“ La tarde de Mont de Marsan ha sido rotunda incluso más que la del año pasado; lo más importante para mí, orejas a parte, es la faena”
“ Todo está puesto para que se sufra, pero cada día debemos sacar cosas positivas porque sería un camino de espinas insoportable”
“ Mi objetivo de la tarde de Teruel era no estar por debajo de las figuras, y será de las tardes que más responsabilidad habré tenido”
Entrevista por Alejandro Martín Carabias
Hablamos con el matador de toros Alberto Lamelas tras su paso por Mont de Marsan, cortando una oreja a un buen encierro de Pedraza. Pero el presidente escatimó el esfuerzo de un torero que se debe ganar los contratos tarde o tarde.
¿Qué tal?
Pues bien, aquí resacoso después de la corrida de Mont de Marsan y del viaje.
El presidente escatimó esa segunda oreja ganada a pulso.
Pues sí, y no está bien que sea yo el que lo diga. Como aficionado creo que era una faena de dos orejas, fue una faena rotunda. Fue un gran toro que tuvo grandes virtudes como la nobleza, largura, recorrido, obediencia al que pude torear muy bien por los dos pitones. Y luego el espadazo fue rotundo porque me tiré muy derecho. De hecho, me pegó un pechugazo con el pitón. Y bueno, creo que faltaron pocas cosas, y a la vez faltarían muchas, seguro. También, la plaza pidió la segunda oreja con una fuerza brutal. Luego, le pegaron una bronca al presidente por no dármela. Pero bueno, son las cosas del toreo. Yo me quedo con la faena, allí había 6000 personas que la disfrutaron.
Estás en el denominado circuito duro, y a lo mejor no te deja avanzar en tu concepto, pero cuando salen animales como en Teruel se puede disfrutar y no estar en la “guerra”.
Al final, en todas las ganaderías salen toros que embisten. Los que estamos en este circuito, por lo menos yo hablo en primera persona, cuando sale un toro bueno, tengo muchas responsabilidades conmigo mismo de poder estar a la altura, porque al final si no está a la altura, la gente empieza a decir no que mata ese tipo de corridas porque no está capacitado para matar a otra. Por ejemplo, en la corrida de Teruel ha sido de los días que más he pasado. Fíjate que estaba anunciado con una corrida buena sobre el papel de Victoriano del Río con dos figuras del toreo. Pero mi objetivo era no estar por debajo de esas figuras del toreo; yo tenía que estar a su nivel. Había que dar una dimensión de toreo de otras cosas. Otra versión. Y ayer con ese toro de Pedraza creo que también.
Orejas a parte, en Francia suelen repetir a los toreros que han estado bien.
Sí, hombre, yo estoy convencido porque fue unánime. Cuando salía de la plaza, todo el mundo se me venía a mí como si hubiera salido a hombros. La actuación del domingo fue más rotunda que la del año pasado, habiendo salido a hombros.
Tengo apuntadas dos corridas en el calendario, con el mayor compromiso las afrontarás.
Mi vida es un día a día. Cada día salir a darlo todo. A sobreponerme a lo bueno y a las complicaciones que pueda haber. Y no solo sobreponerme. También disfrutarlo. Porque es una profesión costosa. Entonces, hay que intentar disfrutar al máximo porque hay cosas positivas. Voy a intentar ir avanzando y creciendo en función de lo que venga por delante.
¿Se sufre o disfruta más?
Hombre, todo está puesto para que se sufra. Pero lo que está claro es que cada día hay que sacar cosas positivas para poder disfrutar. Porque si no se convierte en un camino de espinas. Sería insoportable. El simple hecho de estar toreando ahora mismo, según están las cosas, es positivo. ¿Cuántos compañeros desgraciadamente no tienen oportunidades? Intento disfrutar las que hay, sean de quien sean. Al final, creo que soy un privilegiado y así me siento. Siempre hay que sacar el punto positivo.
Este año has puntuado en casi todas plazas donde has toreado, a excepción de Vic y Madrid, donde no salieron las cosas.
Lo que va de temporada, positiva. He podido salir a hombros en plazas complicadas como Alés, donde corté dos orejas a una corrida de Cuillé. Y puntuar en Ceret o la actuación de Mont de Marsan. La tarde de Teruel fue de mucha responsabilidad y pude saborear mucho, y rallé a un nivel importante. Como bien dices, el punto negativo fue Madrid, donde las cosas no rodaron. Pero, bueno, Madrid es difícil y no se acaba el mundo en Madrid. Me planteo mi vida día a día. Si está para mí el día de triunfar, llegará.
La plaza no se va a mover de ahí.
Si está el día, llegará el triunfo. Si está para mí, claro.
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