Elsa Jiménez: "Yo creo que un cirujano taurino primero debería ser un buen aficionado por muchos motivos, lo tengo muy claro".

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ELSA PARA WEB




Elsa Jiménez: "Yo creo que un cirujano taurino primero debería ser un buen aficionado por muchos motivos, lo tengo muy claro".


A ellos lo que les interesa cuando sufren la cogida y vienen en buenas condiciones, saber para cuánto tienen es lo primero que te preguntan, para cuánto tengo y cuándo voy a poder estar bien.

La recompensa económica es muy exigua, que son festejos, que tú lo haces en tu actividad, digamos, pues cuando estás de vacaciones, una tarde, un domingo, en fin, que si no es con afición esto no se hace , esto por dinero desde luego no se hace.


 Lo mejor es la satisfacción, la satisfacción de cuando un chaval, sobre todo jovencito en algún pueblo tiene un percance importante y consigues  sacarlo para adelante  pues eso es lo mejor.


 A nosotros la verdad es que  nos gusta siempre  estar en segunda fila, anónimos, que no se nos vea mucho, porque aparte a los toreros tampoco les gusta vernos mucho, les gusta saber que estamos pero  no les gusta vernos, ¿no? Entonces bueno,  nosotros estamos en el anonimato de nuestra enfermería, de nuestro burladero.


A los toreros yo creo que les gusta saber que estamos y hay veces que tenemos incluso comunicación previa cuando viene alguna figura quiere interesarse por cómo está la enfermería. En fin, sí, es lógico, es lógico. Se juegan la vida y se juegan la vida de verdad. Y es lógico que quieran saber no sólo el equipo humano, sino también los medios con los que contamos y  las garantías que podemos ofrecerles. Es lógico, claro.



Bueno, pues es dura, porque date cuenta que para mí los meses de agosto, cuando todo el mundo se va de vacaciones y tal, pues  agosto y septiembre son temporada y son los meses más duros. Yo no recuerdo que me haya ido ni el mes de agosto de vacaciones, ni un mes de septiembre, o sea, prácticamente no te puedes marchar porque tienes la feria de aquí, tienes ciertas ferias de la provincia, entonces yo  la verdad es que nunca he tenido vacaciones ni en agosto y septiembre, es más, cojo vacaciones muchas veces en mi hospital para poder dedicarme a preparar bien la feria.  



LA ENTREVISTA DE ROSI FERNÁNDEZ


Esta semana nos acompaña otra gran mujer taurina y además Ángel de la guarda. Sus manos salvan vidas. La cirujana de Cuenca taurina, Elsa Jiménez.


Yo siempre digo que sin toro no hay torero. Sin torero no hay toro. Pero sin las manos de los cirujanos taurinos tampoco. ¿Es todo una garantía verdad?


 Bueno, a nosotros la verdad es que  nos gusta siempre  estar en segunda fila, anónimos, que no se nos vea mucho, porque aparte a los toreros tampoco les gusta vernos mucho, les gusta saber que estamos pero  no les gusta vernos, ¿no? Entonces bueno,  nosotros estamos en el anonimato de nuestra enfermería, de nuestro burladero y cuando surge la desgracia y Dios no lo quiera así, pues  ahí estamos para hacer lo que buenamente podamos.


 Pero  sí que es cierto que saber que detrás de esas puertas de enfermería están las manos  milagrosas, que yo creo que son milagrosas de personas como tú. ¿Esto es una garantía, eso no tiene ninguna duda?


Si yo creo que les gusta saber que estamos y hay veces que tenemos incluso comunicación previa cuando viene alguna figura quiere interesarse por cómo está la enfermería. En fin, sí, es lógico, es lógico. Se juegan la vida y se juegan la vida de verdad. Y es lógico que quieran saber no sólo el equipo humano, sino también los medios con los que contamos y  las garantías que podemos ofrecerles. Es lógico, claro. Todo el mundo querríamos, cuando nos pasa algo que nos asista si no  la mejor, por lo menos informada e interesada en este tipo de heridas  que son muy especiales, son muy especiales. Siempre decimos que son heridas únicas,  porque las produce un animal que es único y además un paciente que también es  único como es el torero que tiene sus características, su idiosincrasia especial. Para nosotros Rosi, te diré que es un paciente muy ideal, porque es un paciente que es joven, que es un atleta, que normalmente está muy sano y además está con una carga de adrenalina importante y eso es un buen aliado de la cirugía y de la medicina en general. La situación de estrés genera situaciones bioquímicas en el organismo que es muy buena, que es muy buena para  afrontar una medida quirúrgica, un postoperatorio, etcétera Es un estado beneficioso, benévolo.


¿Los toreros, son buenos enfermos o son buenos pacientes?


En general, sí, en general tengo que decir que sí, que se ponen en tus manos con una confianza ciega. La mayoría de los que he tenido que atender durante muchísimos años son gente entregada, gente que no cuestiona nada y luego también son muy agradecidos. Son gente muy agradecida. Sí, sí, sí. Durante años, donde te ven. Sí, sí, sí, sí que lo son.  De todo hay, de todo hay, a ellos lo que les interesa cuando sufren la acogida y vienen en buenas condiciones, saber para cuánto tienen es lo primero que te preguntan, para cuánto tengo y cuándo voy a poder estar bien. Pero en general son muy agradecidos. Sí, sí, sí, sí que lo son.


Nieta e hija de médicos. Tu padre también cirujano taurino, jefe de la enfermería de Cuenca. Ellos te inculcaron conocimiento, sabiduría, experiencia. ¿Cómo lo has vivido desde pequeña y cuándo decidiste estudiar medicina y más tarde especializarte en lo que es cirugía taurina?


Sí, pues mira Rosi, la verdad es que yo por mi padre tengo aparte de la adoración de hija, yo siempre le digo que  la vocación que tengo es por la admiración que tengo hacia él. Entonces bueno, ya desde que yo era estudiante de medicina, pues ya me iba con él, ya me iba con él a llevarle los trastos y en fin, pues era estudiante, tenía 18, 19, 20 años y ya iba no sólo a las grandes ferias, Cuenca, que es lo que se ve, sino  esos pueblos, encierros, en fin, esas capeas, y poquito a poco pues me fue interesando el mundo no sólo de la cirugía taurina, por supuesto, sino también de la tauromaquia. Porque además soy de las que pienso que  el asistir a una corrida de toros, si no eres aficionada, si lo haces sólo como un trabajo, es un tormento. Porque si no te gusta una cosa, la verdad es que se sufre mucho, se pasa mal. Y bueno, yo creo que un cirujano taurino primero debería ser un aficionado por muchos motivos, por muchos motivos, pero sobre todo por entender como es la lidia,  las facultades que tiene un torero que prácticamente lo ves desde que sale, estar viendo si va a poder quitarse, si no va a poder quitarse, él conocer también las ganaderías un poquito. Y bueno,  con mi padre desde que era chiquitilla yo tengo 51 años y  prácticamente desde que tenía 18 años estoy yendo con él. Después ya pasé cuando ya tenía ya la especialidad pase a ser su primer ayudante quirúrgico y después ya cuando él se jubiló, que se jubiló bastante tarde, pues ya me hice cargo de la  enfermería de la Plaza de Toros de Cuenca. Así es  esa herencia  que me ha quedado y muy orgullosa de llevarla a cabo.


¿Con qué consejos que serán muchos, pero uno o dos que siempre te ha dicho tu padre y que has seguido con ellos?


Pues yo creo que el primero es rodearme siempre de un equipo aparte de profesional, de un equipo fiel y de prácticamente de amigos. Que no lo hagamos solo como un trabajo, porque la verdad es que luego también te tengo que decir que la recompensa económica es muy exigua, que son festejos, que tú lo haces en tu actividad, digamos, pues cuando estás de vacaciones, una tarde, un domingo, en fin, que si no es con afición esto no se hace, esto por dinero desde luego no se hace. Entonces siempre me ha dicho que me rodea de un buen equipo. De hecho he heredado su equipo, o sea que lo tengo conmigo. Y el segundo consejo que me ha dado es estar siempre viendo todo el festejo, viendo cómo se desarrolla el festejo, Intuir la cornada, intuir la acogida. Y luego el tenerlo todo preparado, el no improvisar, el no andar con prisa, sino el tener la enfermería preparada como si fueras a intervenir todas las tardes. Que todo el mundo,  todos los componentes del equipo médico conozcan las funciones, desde el celador que lo tiene que trasladar al  que lo tiene que desvestir, al anestesista, a la enfermera del anestesista que se tiene que poner a atender el estado general, a la enfermera del cirujano que tiene que preparar al cirujano. En fin, cada miembro del equipo sabe perfectamente lo que tiene que hacer. Entonces actuamos como  una orquesta, ¿no? Que cuando se baja la batuta ya todo el mundo sabe lo que tiene que hacer, porque da muy mala imagen las prisas, ese correr sin saber dónde, el repetir, el que dos personas se pongan a hacer la misma actividad dentro de la enfermería. Entonces esos consejos son los que los que me han quedado y los que intento emular.


 Los toreros dicen que pasan miedo, Y los cirujanos, en este caso la cirujana?


Por supuesto. Yo creo que más que miedo es responsabilidad. El miedo, Tú ya sabes lo que hay que hacer  es sobreponerse a él. Claro que sí. Hay una responsabilidad muy importante. Y bueno, pues se duerme mal el día previo a una corrida importante, con figuras o con ganaderías de las llamadas duras. Sí, sí, sí. Yo también digo siempre que en el burladero de médicos somos como  antitaurinos, nos gusta un toro muy afeitado, nos gusta que le peguen un bajonazo, nos gusta que  se alivien,  somos como el anti aficionado. Lo de  no te arrimes tanto bonico, salte de ahí, no te pongas en esos terrenos que te va a levantar. No se disfruta en el sentido de como cuando vas de espectador, porque yo también voy de espectadora y disfruto de otra manera. Yo creo que más que miedo es la responsabilidad. La responsabilidad.


Una profesión complicada.¿ Qué es lo mejor y lo peor de ella?


Bueno, pues yo creo que voy a empezar por lo peor, porque hay tantas cosas buenas que lo peor es el poco reconocimiento que tiene quizá por los mismos compañeros, que parece que esto es un poco de folclore, el poco reconocimiento que tiene tanto a nivel profesional como a nivel científico. En los congresos de cirugía donde yo voy nunca hay una mesa dedicada a la cirugía taurina, por ejemplo, e igual que las hay de  cirugía de guerra. Sin embargo, la cirugía taurina, que es incluso mucho más, mucho más inmediata que la de guerra, porque  estás ahí mismo, no estás en un hospital de campaña a diez kilómetros del frente. Tiene poco reconocimiento,  poco reconocimiento. Y lo mejor es la satisfacción, la satisfacción de cuando un chaval, sobre todo jovencito en algún pueblo tiene un percance importante y consigues  sacarlo para adelante  pues eso es lo mejor. Lo recordamos siempre con mucho cariño, a pesar de lo mal que se pasa, a pesar de lo mal que se pasa, la satisfacción de  hacer el trabajo, del deber cumplido y de hacerlo lo mejor que puedes y de formarte siempre para eso es lo mejor que se tiene.


Pocas mujeres en la especialidad de cirugía taurina. ¿Por qué crees que es?


Bueno, pues yo creo que es un poco también es una especialidad, no la cirugía taurina, si no la cirugía en general, valga la redundancia, pues ha sido una especialidad en donde las mujeres hasta los años 90 pues no hemos entrado mucho e igual es por comodidad nuestra, ¿no? Que no queríamos una especialidad de  guardias duras, de mucho tiempo fuera de casa… en fin, hay especialidades más cómodas entre comillas, ¿no?  Y claro, la cirugía taurina  como te decía antes es una actividad que es absolutamente privada, que se desarrolla fuera de tu ambiente, digamos, tranquilo y controlado del hospital donde tienes de todo, de todos los especialistas del mundo, quirófanos hiperdotados,…entonces, bueno, es un poquito lanzarte a una aventura que  no sólo mujeres, ¿eh? también hombres no están dispuestos a correr esos  riesgos. Alejarte de la comodidad de tu quirófano, de tu hospital y marcharte a un pueblo donde tienes una enfermería que tienes que procurar dotar porque no tiene más que agua y luz. Entonces, bueno, es complicado, pero con ilusión se consigue y se hace.


Elsa darte la gracias no solamente por concedernos esta entrevista, sino porque yo pienso que las manos de un cirujano taurino o cirujana en este caso no tienen precio, porque salvar la vida de alguien no tiene precio y más sabiendo como sabemos,  como bien has dicho que no se paga como debería, es algo que lo hacéis más por afición que por lo económico. Estas en el hospital de Virgen de la Luz, en la clínica privada Recoletas, ¿es dura la temporada taurina para ti?


Bueno, pues es dura, porque date cuenta que para mí los meses de agosto, cuando todo el mundo se va de vacaciones y tal, pues  agosto y septiembre son temporada y son los meses más duros. Yo no recuerdo que me haya ido ni el mes de agosto de vacaciones, ni un mes de septiembre, o sea, prácticamente no te puedes marchar porque tienes la feria de aquí, tienes ciertas ferias de la provincia, entonces yo  la verdad es que nunca he tenido vacaciones ni en agosto y septiembre, es más, cojo vacaciones muchas veces en mi hospital para poder dedicarme a preparar bien la feria.  Entonces es duro. Lo que pasa que cuando uno ya lo ha hecho tanto tiempo, pues bueno, forma parte de  tu verano ¿no?  aparte que intentas disfrutarlo ya que lo tienes que hacer porque quieres, porque es absolutamente voluntario, como te he dicho, pues sacamos lo mejor e intentamos pasarlo bien y ya te digo también ese es un punto muy importante. Y así  es lo que te decía antes que una guardia mía  me la pagan muchísimo mejor que una tarde de toros y estoy más tranquila aunque haya tenido que trabajar, pero estoy más tranquila porque tengo muchos más recursos, tanto humanos como técnicos. Pero bueno, pues tiene otra cosita que te gusta, por eso te decía al principio que si no eres aficionado esto prácticamente yo creo que nadie lo hace por dinero.


Elsa un auténtico placer. Muchas gracias. Y como te digo, no solamente para mí salen los toreros por la puerta grande, los cirujanos, desde luego, aunque estéis en otra parte, que se os vea menos o no queráis que se os vea, sin vosotros sería muy complicado que se lidiasen los toros  que se lidian en las plazas y que las figuras pudiesen estar un poco más tranquilos.



Gracias, muchísimas gracias a vosotros, muchísimas gracias a Pedro Javier y aquí me tenéis para lo que queráis.



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