Cristian Escribano, tarde muy seria con la de Pallarés en Illescas

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JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO


Una corrida santacolomeña con el hierro de Pallarés era la que se lidiaba, este 1 de septiembre, en la localidad toledana de Illescas. Se trataba de un festejo en el que hacían el paseíllo El Cid –en sustitución de herido David de Miranda- Cristian Escribano y José Garrido.


Muy sobado debió llevar El Cid al primero de la tarde en la muleta para evitar que su peligrosidad fuese a más. Ya en los primeros tercios, el de Pallarés sembró el pánico en el ruedo toledano, puesto que hizo por Rafael Limón y por Curro Robles en el tercio de banderillas, volteando al primero de ellos y dándole un pitonazo en la zona de la cintura al segundo. Inteligente Manuel Jesús con la franela. Mató de estocada que tardó en hacer efecto. Ovación. Sobre todo la fijeza, la nobleza y la duración fueron las virtudes de un cuarto que también humilló y al que El Cid le dejó una larga faena. Toro repetidor en su muleta, que dejó el clasicismo que ha profesado durante su carrera impregnado en una bella obra. Gran toro de Pallarés premiado con la vuelta y oreja al torero.


Con una larga cambiada al hilo de tablas saludó Cristian Escribano al segundo de la tarde, dándose una rápida vuelta sobre sí mismo el santacolomeño y apretando al matador. Al público fue el brindis del manchego, que dejó un inicio de faena de pleno sabor rodilla en tierra, mostrando dominio y gusto ante el de La Quinta. A partir de ahí, fue todo un compendio de torería la del toledano: gusto en las formas, firmeza en los trazos, ajuste en los embroques y máxima emoción en los finales de serie. Gran imagen del joven. Estocada y dos orejas. Enorme el quite a cuerpo limpio de José Garrido en el momento de apuro que pasó Cristian Escribano en el cuarto, un toro que pidió el carné y con el que el toledano dejó momentos asentado. No fue su oponente anterior, pero sí dio la talla en este astado que brindó al maestro José Luis Seseña. Oreja para el torero.


Llegó al público, tras el brindis de Garrido en el tercero, cómo el torero le llegó al animal a partir de la segunda tanda. Firmeza del extremeño, que tuvo poso para trazar con gusto al fondo nada fácil del de Pallarés. Le faltó ritmo al toro, que embistió desordenado ya al final de la labor de Garrido, pero siguió cuajando este a su oponente para matarlo de una estocada en todo lo alto. Oreja tras pincharlo. Sufrió un percance el extremeño a la salida del sexto, ya que el toro le cambió el viaje y le dio un arreón en la mano tras quitarle el capote. Una prenda en toda regla. Pasó las de Caín con la espada tras una enrazada faena de muleta. Animal muy complicado. Silencio tras dos avisos.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Illescas, Toledo. Corrida de toros. Un tercio de entrada.

Toros de Pallarés, de vuelta el cuarto.

El Cid –en sustitución de herido David de Miranda-, ovación y oreja.

Cristian Escribano, dos orejas y oreja.

José Garrido, oreja y silencio tras dos avisos. 

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