Puerta Grande de Garibay en su despedida

PLAZA MÉXICO * TEMPORADA GRANDE

Puerta Grande de Garibay en su despedida

*Una oreja a Castella ante un gran toro de regalo de Julián Hamdan

POR MARYSOL FRAGOSO

El matador capitalino Ignacio Garibay se despidió de la afición de la Plaza México tras 19 años de alternativa y en base a su tesón salió en hombros para dejar al público, y llevarse para sí mismo, un grato sabor de boca. Cortó una oreja en cada astado de La Estancia, mientras que Sebastián Castella y Diego Silveti terminaron de vacío tras la lidia del encierro anunciado, de La Estancia, por lo que el francés optó por regalar un toro de Julián Hamdan que a la postre dio el mejor juego y sirvió para que Castella bordara el toreo y se llevara un apéndice.

Garibay caminó sobre la arena para brindar el cuarto toro de la tarde, segundo de su lote y último que lidió en el máximo coso del país. Se llamó Martita de Romero y supuso un tirunfo para el último capítulo de su paso por el coso de la tierra que lo vio nacer. Sabedor de ello, recorrió casi 20 metros con la barbilla clavada en el pecho, llegó a boca de riego, enderezó la figura, levantó el rostro para contemplar la luna que lucía entre las nubes y la bruma que anunciaban la caída de la noche y dedicó el toro a la gente que lo acompañó esta tarde.

Conocía que la cadencia y la despaciosidad de su capote flotarían esta tarde por última vez sobre la arena metropolitana para ejecutar sus personalísimas verónicas; la fuerza y el clasicismo de su muleta tendrían la final ocasión de conducir la embestida de un toro de lidia, y la puntería de su espada para despacharlo sin tacha. 

Fue así que afloró la franca sonrisa que le caracteriza y se apurú a torear al natural para ejecutar una faena al son de Las Golondrinas. 

Fue una labor sentida y completa ante un ejemplar que cumplió a secas por lo que el torero tuvo que estar por encima de su enemigo. Remató al segundo viaje con la espada. 

Con el primero de su lote ya había cosechado un apéndice ante un ejemplar que tiraba tornillazos pero que tuvo movilidad y con el que apostó fuerte, por lo que conectó de inmediato con el tendido que valoró su impronta. Terminó de estocada entera.

Sebastián Castella, lo intentó ante el segundo que tiró a defenderse desde su salida. Mayores opciones le brindó el quinto y lo aprovechó al presentarle una muleta firme y cruzarse para ligar los pases. Tras un pinchazo dio por terminada su labor. 

Regaló un quinto -de Julián Hamdan- que fue un poema. Tanto por sus hermosas hechuras como por el gran juego que dio. Además de contar con clase y fijeza, tuvo un motor tan intenso que incluso cuando el francés se tiró a matar el burel no había abierto el hocico. Tras una larga, variada, honda e intensa faena, que valió para el corte de un trofeo, tras rematar con tres cuartos de estocada.

Diego Silveti sorteó el dije del encierro de La Estancia.  Como las hechuras no mienten, éste embistió con enorme calidad, pero la falta de fuerza impidió que los pases fueran ligados. Y a pesar de que la labor tuvo el sello artístico no llegó a remontar para infortunio de torero y público. 

El sexto presentó el mismo problema a pesar que Silveti lo toreó con suavidad y temple para logar una conexión inicial fuerte. El diestro fue capaz de mantener el nivel e incluso tener un cierre al alza en sus ajustadas bernadinas, pero sin embargo perdió el rumbo con la espada y también la oreja que había ganado a ley.

FICHA

PLAZA MÉXICO

DOMINGO 18 DE NOVIEMBRE

Segunda corrida de la Temporada Grande. 22000 aficionados en tarde fresca.

SEIS TOROS DE LA ESTANCIA y UNO DE JULIÁN HAMDAN (regalo), cumplieron en presencia, juego variado y con poca fuerza, destacó el de regalo que recibió palmas en el arrastre. PESOS: 492, 499, 515, 545, 529, 498 y 504 kilos.

IGNACIO GARIBAY (rosa y oro):

Oreja y oreja

SEBASTIÁN CASTELLA (marino y oro):

Silencio en su lote y oreja en el de regalo

DIEGO SILVETI (salmón y oro):

Palmas tras aviso y silencio

INCIDENCIAS: Saludaron en el tercio los subalternos Gustavo Campos y Fermín Quiróz