​El derecho a recusar presidentes

|

                                         EDITORIAL DEL PROGRAMA LA DIVISA DEL 15 DE OCTUBRE 2018

1496626

PEDRO J. CÁCERES


El derecho a recusar presidentes


No conozco precedente, y eso que el listón estaba a ras de albero, de temporada taurina tan impresentable, repugnante y vomitiva respecto del comportamiento de los presidentes de plazas de toros, principalmente en cosos de 1ª categoría.

Los hechos contumaces, recientes, día a día, protagonizados por los ínclitos que se sientan en la poltrona de Zaragoza, no es más que la gota que colma el vaso de una nefasta temporada.


De Fallas a El Pilar (Valencia y Zaragoza), pasando por Sevilla, Madrid (en el peor momento presidencial de su historia), Pamplona, como las rosquillas -por aquello del turneo entre concejales- listas y tontas, Málaga, como San Sebastián –acomplejados de ser de 1ª de prestado- el ejercicio de 2018 ha sido un canto a la ineptitud sin tener que apelar a la sensibilidad.

De tal manera que, por salvar como excepción que confirma la regla, Bilbao (Matías) al tener juez único, al menos tiene un criterio, rácano muchas veces, posiblemente, pero un comportamiento uniforme, y durante toda una feria

Comportamientos obscenos de infringir el reglamento por capricho o porque falta un pañuelo –generalmente sobraban docenas- producto de su ignorancia supina de muchos y, también, de mala fe de unos pocos que simplemente son frustrados o malas personas.

Los críticos más blandos suelen refugiarse en el ánimo de protagonismo de los del moquero, pero eso no deja de ser un paño caliente.


El gran problema, la gran frustración de toreros y público, es la impunidad con la que se mueven ¡siempre pasa nada!, siguen cometiendo fechorías en los palcos sin que nadie tome medidas ni le pida explicaciones, ni por supuesto las dan si se las piden.

Esa es otra de la diferencia de Bilbao, donde el presidente se somete a juicio de prensa y afición dando su porqué y a veces admitiendo su error, y por otro lado la Junta Administrativa tiene la sartén por el mango para reprender, cosa que se ha hecho alguna vez, incluso para cesar a instancia del personal, circunstancia que no se ha provocado.


Por todo ello abogamos por que los toreros, al igual que escogen –los que pueden- hierro, terna y fecha, tuvieran la oportunidad de recusar al presidente que les toque en turno por precedentes anteriores como argumento.

Es circunstancia de la que goza todo ciudadano en un proceso judicial y el presidente de plaza no deja de ser un juez.

En esto una de las acepciones del diccionario sobre el verbo recusar lo deja muy claro para su aplicación:” Rechazar a una persona por considerarla no apta o inadecuada para una tarea”.


Y puesto que los toreros no quieren “hacer de maios” y que disfrutamos de una sociedad globalizada, plural e igualitaria, amén de participativa podría –dispuestos a inventar, tal que el “bombo”- otorgarse tal derecho al pagano, al espectador, que en realidad es el hurtado de su derecho a conseguir trofeos para el torero mediante su legítima petición, sobre todo en el caso de la 1ª oreja en que el reglamento es clarísimo, y porque 10.000 (o más ) personas no pueden ser las equivocadas en juzgar por lo que han pagado y el único acertado un sujeto que no solo no paga sino que es objeto de prebendas colaterales.


No se trata en que el toreo sea un melonar sin amo en plazas de 1ª como ocurre en algunas de 2ª y casi todas del resto, no, se trata de ejercer un derecho, el de recusación, sin más argumento que :” rechazar a una persona por considerarla no apta o inadecuada para una tarea”.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.