Azpeitia: pilar, enclave, fortín anhelado

EDITORIAL (Programa La Divisa del 30 de julio de 2018)

Pedro J. Cáceres

Azpeitia: pilar, enclave, fortín anhelado

La visita a Azpeitia un día cualquiera nos muestra que se trata de una villa llena de vida. Con sólo pasear por las proximidades de la Plaza Mayor (Goiko Kalea y casco viejo) podemos advertir esta sensación, más clara aún si se trata de las horas de la "tardeada".

Un alcalde de Bildu que mantiene vivo el sentimiento y la tradición nacionalista por todos los rincones, una climatología de diez… en pleno agosto; amor al toro-toro y orgullo de lo propio. Y como consecuencia de todo ello se cuida la Fiesta, se presume de toreo y hasta pueden dar lecciones de gestión con Joxín Irarte a la cabeza.

Pero además Azpeitia posee una rica vida cultural y de ocio facilitada por las muchas asociaciones y abundancia de instalaciones que hacen posible todo tipo de actividades. Muchas de las actividades juveniles se gestan en el gaztetxe o centro de jóvenes. No podemos olvidar citar las dos Casas de Cultura habilitadas en centros históricos como la Torre Emparan y Casa Antxieta, la existencia de una plaza de toros fija (algo que sólo tienen Bilbao, Vitoria y Tolosa).

Si desde hace muchos años la labor de Joxin Iriarte al frente de la comisión gestora de la plaza es admirable, lo de este año raya en lo máximo: porque si hasta ahora figuras como Perera o Roca Rey se han acercado por la Feria de San Ignacio, este año se abre una via a la esperanza con nuevos valores emergentes y , por supuesto,sin olvidar el alma máter del serial, Curro Díaz. Torero de la casa que por justicia debía estar como estuvo anunciado.

El de Azpeitia es uno de tantos ejemplos a seguir: como diría Joaquín Vidal, “un pueblín guipuzcoano que hace las delicias de los aficionados a los toros. Así, a voz de pronto, si no nos paramos a analizar, lo que ocurre en Azpeitia, como diría un buen católico es puro milagro; y los ateos también lo afirmarían porque, dada la complejidad de la plaza, lo que allí sucede año tras año nos resulta increíble, de ahí el tinte de milagro que le adjudicamos”.