Octavio Chacón: “Ni me creo lo que me está pasando”

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EL AUDIO DE LA ENTREVISTA


No sabe ni la corrida que va a matar, pero ahora mismo es el hombre más feliz del mundo. Octavio Chacón dio toda una lección de torería y de capacidad lidiadora el pasado lunes en Las Ventas, todo un ejemplo de afición y lucha sin cesar durante casi tres lustros de alternativa que ahora están dando su fruto… ¡y vaya fruto! Plaza 1 ya ha anunciado la contratación del torero de nuevo para una corrida en junio. Nos lo cuenta.


Después de dar la cara como un jabato el pasado lunes en Madrid, ¿mentalmente tranquilo?


Uno nunca se queda tranquilo. Son muchos años de lucha, de sacrificio, creyendo en mí mismo y de mucha paciencia. No va uno a Madrid esperando el resultado de ayer… pero estoy muy contento y muy agradecido a esta plaza. De un día para otro, viendo el reconocimiento de los profesionales y aficionados, te puede cambiar la vida.


Este golpe de moral, ¿qué supone para ti interiormente?


Ni me lo creo. Cómo es la vida, de no tener nada… a que te pase esto. Esto ya tiene otro color, ya siento el cariño de los aficionados y de los profesionales y estoy muy contento.


Y ese premio de una nueva tarde en Madrid.


La tarde de la confirmación al pasé sin pena ni gloria. En septiembre no corté orejas en el desafío ganadero y después de 14 años hice mi primer San Isidro. Fue un día bonito, a pesar de las circunstancias y ha tenido su recompensa.


Todo compendia: la petición de oreja, el agradecimiento del público y el cariño de la afición durante toda la tarde. Pero supongo que esa ovación final antes de despedirte se te quedará grabada en el alma…


Se me ponen todavía los pelos de punta. Quiero que sepan de una vez por todas quién es Octavio Chacón. Estoy muy contento y feliz. Soy un torero que está preparado, que tiene las ganas de abrirse un hueco y, sobre todo, con las cosas claras.


De la decisión del palco otorgando una injusta vuelta al ruedo al toro, ni hablar.


Es poco entendible. Me quedo tranquilo por el cariño de la gente. Los rencores traen negatividad y el hombre se equivocó. El toro estábamos de acuerdo que no era de vuelta al ruedo, pero mi manera de defender la Fiesta y de defender este espectáculo íntegro era lucirlo en el caballo.


A pesar de que te arriesgabas a quedarte sin toro aun teniendo las circunstancias que tienes, optaste por lucirlo y dar ese gusto a la gente.


Me arriesgué tanto que el presidente se confundió. Esto es así de duro de comprender. 

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