Está, hoy por hoy, un peldaño arriba que todos los demás. Tremendamente estético en cada cosa que hace, no es Alejandro de pelear contra nadie que no sean él mismo y sus fantasmas, pero de hacerlo sería sin duda en un cartel como el de hoy.
Segunda comparecencia de Alejandro en Madrid, y último por el momento, pero con el viento a favor de la gran faena firmada la primera tarde que se anunció en el abono. Tiene pulso muerto el pacense. Y si no lo tiene,lo mata, porque Alejandro tiene la tremenda facilidad de que todo le valga.
Varios triunfos lleva este año en la espuerta de las corridas en las que trenzó el paseíllo: comenzó con gloria en Olivenza y Castellón, pero todo se volvió agrio cuando llegaron los silencios de Valencia y de Cieza. Además, Sevilla por tres veces o Valladolid han visto su presencia. Esa doble versión de Doctor Jekyll y Mister Hyde que siempre ha acompañado a Alejandro le señala como genio completo de la Tauromaquia, pero también hacen que regrese una irregularidad que parecía tener superada.
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