Cinqueños, El Fandi y Alberto Aguilar

EDITORIAL (Programa La Divisa del 21 de mayo)

Pedro j. Cáceres

Cinqueños, El Fandi y Alberto Aguilar

1.- El toro de “cinco” y el torero…

…Y el torero de 25, rezaba el dicho taurino. Pero, en cuanto al toro se refería, en época de abuso del utrero por toro, cinco sí, pero hierbas, no años (menos, cumplidos y pasados).

La de Alcurrucen del sábado hizo pleno. 6 de 6 con cinco años y meses (mili cumplida) para nutrir la estadística de cinqueños en las 10 primeras corridas de toros : 1/3 justo de los lidiado (20 de 60).

¿Por qué? A lo peor por el techo de la intransigencia de Madrid, antes exigencia.

Posiblemente el curarse en salud de empresa y ganaderos más pendientes de la corrida de las 12 de la mañana (reconocimiento) que la de las 7 de la tarde.

O, si no fuera porque es Madrid, destilaría tufo a limpieza de corrales o… ajuste presupuestario, pues no es lo mismo la soldada de un pensionista que la de un obrero en madurez.

O que a Alcurrucén le quedan 8 toros por lidiar, 6 en Beneficencia y 2 en "La Cultura".

Si observamos los diferentes carteles, a lo mejor encontramos explicación.

2.- El Fandi y el sentido de la responsabilidad

No tuvo suerte David.

El único lote, de una buena corrida de El Puerto de San Lorenzo, que no sirvió: deslucidísimo el 1º (sin fuerza) y difícil, manso, el buey 4º (me gustaría haberlo visto en otras manos).

Viene a Madrid por sentido de la responsabilidad, sin hacerle falta (para culminar temporadas arriba del escalafón y presencia en todas las ferias) sabiendo que es territorio hostil.

Esa responsabilidad le hizo banderillear al buey y cuajar el tercio; respondiendo a lo que el público espera de él.

No es dato baladí, cuando toreros que han basado su carrera en el segundo tercio no asumen esa responsabilidad en cuanto un toro ofrece dificultades.

O, simplemente, dejan de banderillear en cuanto le han cantado otras virtudes fuera de “los palos”.

3.- Se despidió Alberto Aguilar, se va un TORERO

Un TORERO (con mayúsculas) y de Madrid. Nacido en Madrid y criado en la Escuela madrileña.

Un torero que lo ha dado todo…hasta la espada; su talón de Aquiles que le priva en su currículo de una serie de orejas y PG que posiblemente haya sido la coartada empresarial (excusa de mal pagador) para, sino maltratarle, sí castigarle. Siempre al límite. Alguno le dio sitio -por cumplir- pero no su sitio, menos en la despedida.

Torero de corridas duras, las más, y torero de Francia con éxitos continuados en sus plazas más importantes sin que esa Francia, sus empresarios y las alabadas comisiones, hayan sido, no sensibles, sino injustas en no acartelar a un torero que ha dejado su sangre, sudor y lágrimas en la temporada del adiós.

Hablamos de injusticia e insensibilidad, pero simplemente se trataría de coherencia.