Manuel Escribano, tras la lidia del primero, dijo al micrófono de Toros que “el toro que te sirve para cualquier otro sitio no te sirve para Madrid. Tenía bondad, era muy grandón pero no hacía nada. Siempre salía con la cara a su altura y no decía nada. Ha habido conexión nula. Ha sido un toro que no decía nada. Se podía estar delante de él y ya está”.
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