Bautista, tras el adiós a su padre, vuelve a Madrid con cárdenos

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Perdió a su padre en el pasado mes de marzo, pero el alma de Juan Bautista tuvo agallas para sacar adelante empresarialmente la feria de Pascua y, además, alzarse como máximo triunfador paseando dos orejas de un toro en el serial.

El torero que es figurón por méritos propios en Francia y que se ha ganado su sitio entre los grandes en España a lo largo de toda su trayectoria, volvió a dejar claro en 2017 que su sitio no se negocia, sino que se otorga por justicia. Y así lo está viendo fructificado el aficionado con su inclusión en las grandes Ferias de la temporada, sobre todo en sus compromisos de Valencia y Sevilla. Se siente en su año y Francia lo alza a los altares de la gloria.

Lo demostró con creces en 2016 en su encerrona en Palavás, lo reiteró días más tarde cortando una oreja justo hace un año a un toro de Montealto en San Isidro, lo repitió veinte días más tarde saliendo por la de los Cónsules de Nimes con cuatro orejones y también con la doble salida por esa misma puerta en septiembre, cortando un rabo a un toro. También el año pasado, encerrándose con seis toros en Nimes y triunfando en esta edición en Arles, la que es su casa y su plaza, que ha vivido las mieles de su toreo magistral.

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