Colorado chorreado y con 516 kilos de peso era el tercero, número 24, un toro sueltecito de salida y en el caballo sí se empleó con fijeza. En el primer puyazo embistió con un pitón, estando más tiempo en el peto, y luego sí metió los dos. El toro se fue viniendo a menos conforme Roca Rey iba avanzando en su faena, pero no elímpetu y las ganas de hacer toreo del peruano. Cuando vio que no había opción alguna, lo intentó en un soberano arrimón por cercanías, logrando que la emoción de su valor calara. Por detrás se lo pasó en el epílogo. Mató de estocada baja.
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