Sergio Flores, a puro valor mexicano

PLAZA MÉXICO

Sergio Flores, a puro valor mexicano

*El tlaxcalteca emborrona con la espada una meritoria faena * Discreta confirmación de Paco Ureña que deja ir inédito a un gran toro de Barralva que recibió merecido arrastre lento

MARYSOL FRAGOSO

Fotos: Plaza México

El toreo vivido en la Plaza México durante el fin de semana anterior había dejado el listón muy alto ya que las sensaciones de la afición estaban aún muy a flor de piel. Literalmente, después de una borrachera de toreo, ahora venía la resaca, la cual se hizo notar desde el descenso en la entrada.

Esa circunstancia era un tema a remontar para la terna anunciada, de la que únicamente salió avante Sergio Flores a base de mostrar valor, ambición y poderío. A pesar que perdió una oreja tras fallar con el acero, ha vuelto a dejar al alza sus bonos.

El lote de menor posibilidades correspondió a Arturo Saldivar que hizo un gran esfuerzo, en tanto que Paco Ureña dejó ir inédito un buen lote ya que no le tomó el ritmo a la embestida de los toros de Barralva que integraron un encierro serio, aunque desigual de hechuras y que a excepción de primero (arrastre lento) y cuarto que fueron buenos, el resto de los toros presentaron poco juego.

A Sergio Flores le correspondió el tercero, que fue el astado de hechuras más armónicas de la tarde y que fue fiel a las mismas, ya que al tomar el capote lo hizo con claridad y humillación a los cites. Se palpaba el triunfo en el aire, hasta que el tlaxcalteca, intentaba hacerle un quite y el burel clavó los pitones en la arena para hacer el pino y resultar severamente lastimado. De inmediato cambio de lidia y el desencanto fue general. Flores se esforzó pero muy poco logró conseguir.

El último toro fue el más pesado y serio del conjunto enviado por la dehesa queretana y no puso fácil el panorama. Sin embargo, Sergio, con el punto de mira fijo, porfió y porfió hasta que logró corregir un tanto la embestida descompuesta de su enemigo. Logró dos tandas de importancia y centró en su labor a un público que se encontraba disperso. A puro valor le pudo al toro, le tragó enormidades para realizar tandas con intensidad. El toro terminó frente a toriles. En ese terreno se sucedieron las fallas con los aceros que le hicieron perder el apéndice.

Arturo Saldivar, ante el segundo, con movilidad pero poco claro, estuvo solvente. Con el quinto que era alto y no bajaba la cara, lo toreó con pases por bajo por ambos pitones, para irse cruzando reiteradamente, al llevar la muleta en la mano izquierda. Pisó terrenos de cercanías y logró conducir la embestida. El público se impacientó y cuando Saldivar se tiró a matar se dio a pinchar.

Deslucida resultó la confirmación de Paco Ureña que enfrentó al abre plaza, un gran toro, con clase, recorrido y entrega, pero el diestro únicamente logró demostrar que tiene oficio. Se quedó por debajo del astado. A pesar que se lo pasó muy cerca, al hispano le faltó haberse familiarizado con la embestida del toro de este lado del Atlántico. Toreó muy revolucionado y carente de temple por lo que la afición se lo reprochó ruidosamente. No estuvo presto con la espada. El cuarto, era más áspero pero se desplazaba. Logró hacerse de él, pero, cuando debía venir el momento grande para hacer crecer la faena, se limitó a dejarlo pasar por lo que ya no tuvo transcendencia al tendido.

FICHA

DOMINGO 12 DE FEBRERO. Decimoquinta corrida de la temporada. Aproximadamente unas 6 mil personas en tarde soleada y apacible.

SEIS TOROS DE BARRALVA, desiguales en presentación. Excepto primero (arrastre lento) y cuarto que fueron buenos, el resto dio poco juego. PESOS: 528,538, 508, 536, 539, 536 y 545 kilos.

PACO UREÑA (blanco y oro):

Silencio y protestas

ARTURO SALDIVAR (uva y oro):

Silencio tras aviso y protestas

SERGIO FLLORES (tabaco y plata):

Silencio y ovación

INCIDENCIAS: Paco Ureña confirmó con el toro llamado “No que no” no. 227, con 528 kilos de peso de Barralva.