David Galván: ​" Era una tarde determinante en mi temporada y carrera; estoy feliz por expresarme con fluidez y fiel a mi concepto"

" Era una tarde determinante en mi temporada y carrera; estoy feliz por expresarme con fluidez y fiel a mi concepto" 

" No sé todavía si ha repercutido de forma más directa, porque está muy reciente y tampoco estoy preocupado y no he parado de entrenar" 

Entrevista por Alejandro Martín Carabias 

El miércoles llegó David Galván. Llegó David Galván tras cortar una oreja de su confirmación en Nimes en la reaparición del maestro Enrique Ponce. Dio una extraordinaria tarde de toros cuajando, me atrevería a decir, una de las mejores faenas que pude haber a lo largo de San Isidro y también a lo largo de este año. De momento, lo más logrado y de las cotas más altas que se han realizado.

¿A qué sabe la oreja?

Bueno, este triunfo me sabe a mucha fragua. Hay mucho trabajo, ilusiones…. Era el día clave de mi temporada, y de mi vida también. Pude fluir, pude sentir el toreo a mi manera, con mi personalidad y mi sello. Y tuve la gran suerte de que fuera en Madrid. Sentir esos rugidos de Madrid es de ser un privilegiado.

¿Cuándo vio al toro, porque no apuntaba gran cosa en los primeros tercios?

Es cierto que hizo unos primeros tercios bastante desordenados, no presagiaba que iba a regalar embestidas lucidas. Pero se combinaron dos cosas: la fe que tenía en la tarde en conjunto porque era sabedor de la repercusión que tenía en mi carrera y el conocimiento de la ganadería. Por mi ambición siempre he querido ser un torero completo, dentro de mi personalidad. Y yo entreno día a día para acoplarme a todo tipo de toros, independientemente de su comportamiento. Y para ello he intentado siempre ser un estudioso del toro. Y esta ganadería la conozco bastante, he lidiado varias corridas de toros durante mi carrera y también tengo la gran fortuna de ser un torero prácticamente habitual en los tentaderos.

Fue una faena personalísima, ¿ tenía pensado hacer un trasteo así o fue fluyendo según los sentimientos?

Mi toreo lo tenía muy claro, lo iba a basar como en estas dos últimas temporadas, donde he podido avanzar en la profesión. Últimamente tenía claro que iba a ser fiel a mi forma y no iba a tener nada preconcebido. Entonces, te diría que fluyó con naturalidad, iba sintiendo según mi intuición. Pero, está claro que, parte de la inspiración de uno, se puede desarrollar en cotas mayores o menores gracias al trabajo que hay realizado anteriormente. Y cuando surgen muchos momentos mágicos en la plaza, te alegras de todo ese trabajo atrás porque es lo que te sirve para que fluya después con naturalidad.

¿Pensó en la segunda oreja tras enterrar la espada?

Pues fue una faena muy intensa interiormente. Yo la viví muy sentida, me desgarré interiormente y sentía cómo rugía al unísono. Fue precioso, al mismo tiempo que cuando no estaba toreando se hacía un silencio tremendo y fue muy emocionante. Y cuando, gracias a Dios, rubriqué la faena con la estocada,  sentí que me había roto por dentro y ver el entusiasmo de la gente que  se levantó también… fue un estallido por parte de la gente. La verdad, pasó todo muy rápido, no te puedo decir ni lo que pensé, si iba ser de una o dos… yo estaba roto y no me gusta nunca pensar en el hubiera o hubiese. Prefiero que sea así, como ha sido y sentir en la vuelta al ruedo ese cariño unánime no lo cambio por nada.

Vi a un David Galván con una sonrisa de oreja a oreja.

Sí, hombre, era una tarde determinante en mi temporada y carrera. Poder haber conseguido expresarme con fluidez, fiel a mi concepto, en Las Ventas es para estar feliz.

Eso fue en el segundo, pero en el primero fue una faena importante, pero sorda en los tendidos, ¿cómo lo vivió desde el ruedo?

Fue un toro que embistió con bastante movilidad, intenté desde el primer momento que jugara a mi favor para que me ayudara. Y es cierto que fue un toro que precisaba de mucha intensidad. Por mi parte tenía que estar muy firme con él, muy entregado y preciso en los toques, en la forma de llevarlo. Requería que la mantuvieses tú, por lo tanto, fue una faena de compromiso y de responsabilidad con el toro y con la tarde.

¿Ha sonado el teléfono a raíz de estas dos tardes tan importantes como Nimes y Madrid?

Ahora tengo fechas muy bonitas por delante y espero que vayan saliendo más, por supuesto. Ahora mismo había muchos mensajes de felicitación y llamadas y demás, pero no sé todavía si ha repercutido de forma más directa, porque realmente está muy reciente y tampoco estoy preocupado en eso porque entre otras cosas no he parado. Cuando terminé de la corrida, me vine para el campo. He estado entrenando y prefiero que sea así. Mi objetivo es ser cada día mejor, estar preparado al 100% y nunca se sabe cuando puede surgir la oportunidad. Prefiero vivir el presente y las cosas que vayan viniendo ir asimilándolas como merece, porque cada oportunidad para mí es muy importante. Al final, es bonito lo que sentí y me siento muy agradecido pero mis ambiciones son muy grandes y yo quiero seguir creciendo.