También lo llevó con temple David Mora al quinto, al que Roca Rey quitó por tafalleras rematadas por una gaonera y una revolera. A Mario Vargas Llosa fue el brindis, pero no fue a más un trasteo ante un astado que se tornó en peligroso. Por derechazos intentó comprender David al de Alcurrucén, pero no llegó a altas cotas el trasteo. Mató de casi entera trasera pero eficaz.
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