​Oreja para un buen Rafaelillo en Madrid

Oreja para un buen Rafaelillo

La tarde comenzó bien, con un Rafaelillo muy templado con el buen primero, de buen son, franco, quizá faltó algo más de humillación. Repitió en el capote Mentiroso, con pies. Rafaelillo se dobló con él. Repucha en varas. Perdió las manos, pero Rafaelillo sacó el buen fondo del animal. La faena muy limpia, sin dar tirones. Templado con la derecha y superior con la izquierda, sobre todo en la primera parte. Remontó con unos redondos muy buenos. Mató de una estocada entera y cayó la oreja de ley. Ovación al toro.

Un auténtico pavo fue el cuarto. De una seriedad tremenda. Salió con pies y con tralla, Rafaelillo, inteligentemente, se lo sacó a los medios. Una vez pasado por el caballo y banderillas, el toro se orientó. Con sentido, sabía lo que se dejaba. Rafaelillo valeroso y con disposición, no sacó agua del pozo del toro. Firme actuación. Saludos

Manuel Escribano sorteó un animal sosete, más vino vino agua. El sevillano banderilleó con buenas formas. El mejor par fue al violín, el último. Llegó a la muleta el toro con el fondo muy justo. Poco transmitía el toro, y por ende, la faena no tomó vuelo. Por el izquierdo con cierto sentido. Estocada defectuosa tras pinchazo.

Salió Escribano a por todas, se fue a toriles, a portagayola. Fue todo disposición y entrega en su segundo, duro de patas y de cuello, de látigo. No regaló nada el de Adolfo.

¿ Talavante? En la línea de la Feria. No lo vio claro con su primero, que salió con pies, todo liviano y sin cruzar la línea ante un toro que se dejaba por ambos pitones, con recorrido. No lo ve claro con la espada.

En su segundo, de Garcigrande, que hizo de sobrero, no tuvo toro, pero dio la sensación de no tener el “sitio” cogido a los toros. Sale tocado de San Isidro.

Plaza de Toros de Las Ventas. Lleno de no hay localidades. Toros de Adolfo Martín bien presentados a excepción del sexto y uno de Garcigrande, bis. El mejor fue el buen primero.

Rafaelillo, oreja y saludos

Manuel Escribano, silencio y silencio

Alejandro Talavante, silencio y pitos tras aviso

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