Carmen Tello. “Soy muy aficionada que es de lo que se trata y muy currista.”
“La afición taurina no se debe de perder nunca. Nuestras tradiciones y lo nuestro, porque el toreo es el arte por excelencia de los andaluces, de España y para los que sientan ese arte.”
“Llevamos muchos años, siglos de tradición, de toreo, y no ha cambiado. Han cambiado los toros en general, pero no la base del toreo.”
“A raíz del documental de Curro he visto que muchísimos jóvenes se están aficionando. No lo digo que sea por el documental, pero sí es verdad que ese documental tan humano ha llegado a mucha gente joven. Por eso es bonito que se hable tanto en los medios de comunicación, que llegue a todo el mundo.”
“Curro Romero no se da cuenta de la dimensión que él tiene. Un mito no busca ser mito sino que se hacen mitos. No se dan cuenta de que la gente los hacen mitos. Él es una persona muy sencilla, con una educación impresionante y muy humilde.“
“La base es la misma. Gracias a Dios mantenemos las tradiciones, ¿no? Ahora lo que pasa que los toros, algunos son un poco más complicados porque los han metido fuera de tipo que se llama, en la ganadería si el esqueleto es pequeño, no lo puede poner tal cantidad de kilos porque luego no los admiten.”
LA ENTREVISTA DE ROSI FERNÁDEZ....EN BREVE
Esta semana en Mujeres Taurinas, entrevistamos una mujer elegante, discreta, aficionada al toro, amiga de sus amigos y esposa de uno de los grandes del toreo, tanto en España como fuera de España.
Encantada de estar con vosotros.
Un placer y un honor entrevistar a una gran mujer, sobre todo taurina e importante como usted, ¿quién es Carmen Tello?
Carmen Tello es una persona normal y corriente, que tuve la suerte de ser aficionada a los toros desde pequeña y tuve la suerte de ver esa corrida de toros tan maravillosa en Sevilla en el año 66 que cortó Curro Romero 8 orejas, y tuve también la suerte, por supuesto, de ser su mujer. Soy muy aficionada que es de lo que se trata y muy currista.
¿Cómo fue esa niñez y ese acercamiento a la tauromaquia? ¿Y cómo empezó ese currismo en su casa?
Pues mira, el currismo fue porque yo tenía una abuela era que amiga de una de las abuelas de Curro, porque la abuela de Curro era anticuaria, una de ellas. Entonces, pues iban por las casas de Sevilla y la abuela de Curro iba mucho a casa de mi abuela y se hicieron bastante amigas y le compró cosas que incluso aún tenemos en casa de mi madre o en casa de mis hermanos que aún conservamos. Y ahí fue cuando ella empezó a hablarme a mí de Curro, de que su abuela quería que rezara mucho por él y le mandó fotos dedicadas. Y ahí fue. Ahí fue la primera conexión que tuve con el mundo del toro, fue la abuela de Curro con mi abuela. Una anécdota muy graciosa, casualidades de la vida.
¿Hubiese pensado ser después su mujer?
No, yo ni había nacido, cuando la abuela de Curro iba a casa de mi abuela. Luego mi abuela ya me contaba todas esas cosas y he visto fotos dedicadas de Curro a mi abuela, sin conocerlo mi abuela personalmente, pero por medio de la suya. Y luego por mi padre, esto es una tradición de padres a hijos.
Mi padre y mi abuelo eran aficionados a los toros en general. Tuvimos una tía nuestra que se casó con un ganadero que era íntimo amigo de D. Juan Belmonte, que iba muchísimo a tentar a casa de los Herrera, que eran ganaderos y por medio de Juan Belmonte mi padre era aficionado muchísimo a los toros.
Tiene cuatro hijos, ¿les ha inculcado también la tauromaquia?
Tengo cuatro hijos, hay uno muy aficionado y los otros no son muy aficionados, pero mantiene las tradiciones y de vez en cuando van a los toros, pero sobre todo uno de ellos es más aficionado que los demás. Incluso ha ido mucho con Curro, ha ido de tentaderos y él está tratando también de aficionar a los hijos, porque eso no se debe de perder nunca. Nuestras tradiciones y lo nuestro, porque el toreo es el arte por excelencia de los andaluces, de España.
Mi padre era aficionado, pero no solo currista, que lo era, le gustaba muchísimo los toreros. Desde los de aquella época de Juan Belmonte. Él era médico, ginecólogo, pero su afición única era ir a los toros.
Carmen también es abuela, también les inculca la tauromaquia.
Pues mira, yo tengo nueve nietos, la mayor es Carmen. Carmen es súper aficionada a los caballos. Ella desde pequeñita está montando y saltando en los concursos de hípica, tiene una afición desmedida, me habla muchísimo de caballos y habla con Curro. Esperemos que sigan las tradiciones. Yo también tengo sobrinos y a raíz del documental de Curro he visto que muchísimos jóvenes se están aficionando. Fíjate, el día del documental de Curro había 2060 personas en el teatro y allí no hubo ni una sola manifestación, ni una sola persona contra el toreo. Y había 60/70 compañeros ese día con Curro, banderilleros, picadores, aficionados, ganaderos y estaba muy bien anunciado. Gracias a Dios, no hubo nada en contra de que se emitiera y que se diera ese documental.
¿Cuándo realmente saborea usted el arte del mundo del toro y se hace indispensable ir a las ferias?
El año que me llevó mi padre con 10 años. Con el toro famoso Urquijo, que tuve la gran suerte de verlo a él, torear en solitario. Es que tuvimos la suerte de que todos los toros embistieron, eran de la ganadería de Urquijo y cortó 8 orejas. Y mi padre me dijo: “esto que tú estás viendo hoy, creo que no lo vuelvas a ver en tu vida, por lo menos aquí en Sevilla, porque esto es muy difícil”. Y ahí me hice absolutamente taurina, pero a lo largo de los años he tenido la suerte de ir a tentaderos.
¿Carmen, qué nos da el toro?
Pues mira, eso tienes tú que sentirlo, porque es difícil de explicar, a mí me gusta el arte y entonces eso me lo transmite cuando veo en una plaza a un torero exponiendo todo o creando arte. Después se pasa mucho miedo y nosotras pasamos muchísimo miedo... Cuando vemos a nuestro queridísimo Manuel Escribano que se va a porta gayola…Curro dice que eso no puede ni verlo, del miedo que pasa. Eso es el arte y el toreo.
. ¿Cómo se vive y convive con el maestro Curro Romero?
Pues mira, él mismo no se da cuenta de la dimensión que él tiene. Un mito no busca ser mito, se hacen mitos. No se da cuenta de que la gente los hace mito. Él es una persona muy sencilla con un carácter muy bueno, una educación impresionante, humilde y nunca te levanta la voz, hace todo con muchísima delicadeza. Lo único que le agobia mucho a él, y eso lo saben todos los compañeros vuestros es el tema de la prensa, le agobia mucho el tema de la entrevista porque le cuesta mucho trabajo explicarse o dice que no va a llegar a decir lo que quiere decir. Es un hombre muy tímido, introvertido, normal y bueno. Toda la gente que ha estado con él lo dice, es un hombre muy respetuoso. Es un hombre sencillo.
¿Son personas de otra pasta?
Yo creo que sí, sobre todo en esas cornadas que han tenido, todos han sido cogidos por toros… yo hablo por mi experiencia de mujer de torero. Curro tiene como diez o doce cornadas, algunas muy gordas y se recuperaban rapidísimo. Además, Curro tiene 88 años, imagínate tú las enfermerías hace cincuenta años cómo estaban. Un toro lo pilló en Zafra y lo tuvieron que traer sin anestesia a Sevilla cosido. Estas cosas son desagradables, son de otra pasta.
¿Qué nos puede decir al respecto de este documental? ¿Esa parte de humildad es lo que le enamoró de él?
Pues sí, la naturalidad que tiene y la sencillez que tiene. Él no quería hacer este documental ni quería hacer esta serie. Llevaban cinco años detrás de él para hacerlo, porque el día de mañana sería muy bonito que seas tú quien hables. A él le cuesta mucho hablar de él, la verdad, ahí ha contribuido una barbaridad Alberto García Reyes.
Fue un exitazo, a él le gusta muchísimo como ha quedado, pero lo que más le ha gustado a él fue ese homenaje sorpresa que le dieron en el salón de carteles de la Maestranza.
Usted que ha vivido años la tauromaquia, ¿qué diferencia hay entre la tauromaquia de hace 40 años a la de ahora?
La base es la misma. Gracias a Dios mantenemos las tradiciones. Ahora, algunos toros son un poco más complicados, porque los han metido fuera de tipo. Dice Curro que en la época de ellos había muchísimos toros que embestían, que por lo menos dos o tres toros salían cada corrida y que ahora es mucho más complicado porque los toros son más gordos. Entonces, el toro tiene menos movilidad y son los toreros que tienen que poner todo para arrancar la embestida. Y luego hemos tenido la suerte también de tener a mujeres también que han sido toreros, por ejemplo, Cristina Sánchez.
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