La doble cara de la Junta de Andalucía

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PJC.N.22

EDITORIAL (PROGRAMA LA DIVISA DEL 16 DE AGOTO)

PEDRO J. CÁCERES


La doble cara de la Junta de Andalucía


Como la falsa moneda, que “de mano en mano va y ninguno se la queda”.


Sería injusto no reconocer algunas acciones de la Junta de Andalucía en favor de la promoción de la fiesta de los toros como, por ejemplo, su apoyo a las escuelas taurinas promoviendo festejos menores (novilladas con y sin caballos) y la extensa difusión que de estos y otros espectáculos (corridas de toros) ofrece Canal Sur.


Pero, de igual modo, hay que denunciar su postura de perfil, tras el burladero del Covid, en el tema de los protocolos de aforos y demás, donde, como la falsa moneda, “de mano en mano va y ninguno se la queda”. Las diferentes administraciones y negociados se pasan la pelota unos a otros orillando su responsabilidad.


Tal es así que, días pasados, optó Antequera por suspender sus festejos taurinos al no tener garantías de cobertura suficiente para poder dar los festejos taurinos que se habían programado.

Y, otro tanto ocurre -a menos de cinco días vista- con los espectáculos anunciados en la capital, Málaga.


A estas alturas, la incertidumbre sobre su celebración o suspensión, por ese “nivel 3 de incidencia de la pandemia”, se apodera, con desasosiego, de los organizadores, actuantes, aficionados -locales y visitantes-, en definitiva, de la opinión pública, con la lesividad que produce a la hora de prever -la ciudadanía- acudir a esos festejos; aun en el mejor de los casos que se celebren.


Con el boletaje en la calle y con la empresa engrasando la maquinaria de estos espectáculos, además, benéficos, en su promoción, que supondría la vuelta de los toros a La Malagueta, tras la sequía pandémica, con atractivos carteles, promoción del toreo de base malagueño y todo enmarcado en el pistoletazo de salida del año “Pepe Luis” como homenaje y recuerdo al centenario de su nacimiento (será en diciembre).


Ese “nivel 3” con el que coquetean algunas partes interesadas, significan la media verdad (la más perversa de las mentiras) de permitir un 40% de aforo que encubre la auténtica realidad del 1.5 metros de separación entre espectadores, lo que reduciría el aforo, real, a unas 2.000 personas haciendo de esos festejos programados inviables presupuestariamente.



Quedan menos de 5 días y nadie dice nada, o sí: como la falsa moneda “que de mano en mano va y ninguno se la queda”



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