Más tontos que botellines
PEDRO J. CÁCERES
Más tontos que botellines
Basta ya, señor Uribes .
Cada vez resulta más extraño, más triste y más lamentable que la ideología que cerró las heridas del siglo XX, los partidos que hicieron posible la transición más ejemplar de cuantas han existido en el mundo y la concepción social que servía de contrapeso a la voracidad mercantilista -totalitaria, incluso en otra época y también en otros países- hoy se haya convertido en la versión prostituida de la Utopía con la que tiranos como Stalin tiñeron de sangre el subsuelo de su sonrisa. Y todos enarbolaban la bandera de la igualdad.
La igualdad la garantiza la Constitución, miren ustedes. La igualdad ante la Ley, porque también se ocupa de defender la distinta idiosincrasia y las peculiaridades propias de cada cual. Así de completa fue la Carta Magna, porque fue el resultado de un consenso. Y en él, todos se reconocían necesarios. El contexto ha cambiado, porque cada uno es responsable de lo que hace con las libertades que aquellos hombres que se pusieron de acuerdo consiguieron para ellos. Y ellos, hoy en el Gobierno más débil que jamás regentó este país, han tomado los logros de antaño para escupir en la memoria de quienes sangraron para conseguirlos.
El ministro Uribes es portada este lunes en El Mundo defendiendo que él no debe promover que la gente vaya a los toros. Pero no. El toreo no pretende ser más que nadie. Pero tampoco menos. Y la mentira que vende este Gobierno desleal y totalitario, al que se le llena la boca hablando de igualdad pero olvida al que no es de su cuerda, ha querido relegar al toreo a disciplina menor y minoritaria, cuyos representantes no están muy claros y cuya educación exquisita asegura el silencio de su núcleo. Pero hasta aquí llegamos.
No más. Basta de convocarnos de puertas hacia afuera, asentir a nuestros ruegos para salir en la foto y clavarnos después la daga que llevaba preparada en vuestra mano desde el momento mismo en que repartisteis las prebendas entre los que se suman a vuestras filas. Basta ya.
Dice el castizo que “hay más tontos que botellines”, y apostilla “no cabe uno más”.
Las declaraciones del ministro no son propias de un botellín y sí de un bidón de varios litros.
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