El Juli, sexta Puerta del Príncipe en Sevilla

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EMILIO TRIGO / FOTOGALERÍA: PAGÉS


Un cartel estrella con Morante de la Puebla, El Juli y Miguel Ángel Perera era el que se conformaba en la tarde de este 2 de mayo en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla para la cuarta corrida del abono en el coso andaluz, segunda de la Feria de Abril. Se lidiaban los toros de Garcigrande.


‘Gobernador’ que abrió plaza fue un toro despegado del suelo por sus manos largas. Tras salir abanto, correntón, el cigarrero confirmó un saludo a la verónica donde crujieron los cimientos de la Maestranza. Morante lanceó con todo su ser en verónicas tan excelentes como lentas. Un toreo de otro tiempo que rebozó cualquier paradigma existente con el capote. Cuatro verónicas de mentón hundido, de plantas asentadas y compás de terciopelo. Lances de vino añejo que se recordarán por los siglos de los siglos.Amén. Después de la borrachera casi nadie observó que se lo cuidó en el caballo. Antes del segundo puyazo le enjaretó un quite por chiquelinas de ballet de alta escuela. Plasticidad teatral en el mejor escenario posible, su Maestranza. José Antonio construyó una faena primorosa donde ligó componiendo cada muletazo a diestras. Toreo fundamental con la verdad de un palillo por la mitad y una muleta que embarcaba con la barriga del pequeño paño. Al natural, pues eso, naturalidad y torería preñada de sevillanía. Todo ante un ‘Gobernador’ con clase pero justito de transmisión que no aguantó tantas exigencias del sevillano. Faena de primorosa que remató con más de media. Ovación con saludos.


El segundo ‘Machacón’ un colorao muy bien hecho. A este, Julián lo recibió con un capote inquisidor, mandón, exigente en el viaje y profundo en el trazo para construir un saludo tan personal como bonito. Se picó poco en sus dos perceptivas entradas. Brindó a Manuel Benítez ‘El Cordobés’ al que homenajeó en un inicio portentoso a pies juntos. Por alto en una interminable serie dictatorial que hizo crujir a Sevilla. Tremendo Julián que reventó al toro y La Maestranza explotó poniéndose en pie. Con un toro a menos pero muy obediente El Juli estuvo hecho un León ahormando una faena de planteamiento cuasi perfecto en todo. Presentó la muleta donde y como quiso y llevó a su antagonista embebido a su poder donde quiso. Faena de maestro, de figurón del toreo de una intensidad voltaica de máxima tensión. Toreó sin toro y compuso todo aquello que le pensó ante un animal que embistió a media altura y aburriéndose cada vez que pasaba por el cuerpo del madrileño. Para poner el broche ‘luquesinas’ con todo el toreo metido en la barrida. Tan sólo un inoportuno pinchazo privó de las dos orejas. Un apéndice al esportón.


‘Saltarín’ hizo tercero. Toro largo, humillador por su prominente cuello pero inocuo de transmisión en el recibo del extremeño. Lo mismo que en el último tercio que llegó con poca fe y escasa transmisión pero al que Perera lo acarició para convencerlo de que tenía que ayudar en su obra. La primera lo hizo pero la segunda echó el freno y ya todo lo demás fue insulso a pesar del buen trazo en cada pase. Sosería y cara arriba del tercero. El de la Puebla del Prior, lo toreo en medias distancias con delicadeza pero aquello dejó un buen sabor sin hacer el postre. Espadazo y ovación con saludos.

El cuarto ‘Sabedor’ un bonito colorao ojo perdiz. Este se derrumbó dos veces tras un intento a la verónica. Incertidumbre ante un astado muy limitado al que se mimó en varas. Un mansito desclasado que deambula por el ruedo sin rumbo definido. Morante lo sacó hacia afuera entre la desgana y la obligación pero la realidad es Sevilla vio que allí no había posibilidad de triunfo. A pesar de eso, José Antonio, porfió más de lo habitual por sus manifiestas ganas pero sin recompensa alguna. Silencio.


‘Arrogante’ saltó en quinto lugar para El Juli. Un astado montado arriba que acometió con bondad pero poca emoción a un sincero capote. Retazos de clase con la tela rosa. De primera hora atacó el madrileño para imponer un criterio que él sólo es capaz de ofrecer. A derechas lo cosió igual que un carrusel de noria, profundidad y alma en toda su pañosa. Otra vez un bicho vestido de torero que supo amasar y cuajar a su buen astado. ‘Arrogante’ sacó fondo pero para espacios los del Juli que toreó con las de Caín pero con el alma de un Ángel vestido de torero. Julián dictó un concierto de toreo a lo Beethoven donde cada muletazo era una partitura deliciosa. Espadazo ante un bravo y dos orejas que valen la Puerta del Príncipe.

‘Bien-Andado’ fue algo bastote y no permitió el lucimiento en el capote. El quite tuvo son y buen aire a pesar de la frialdad del cierraplaza. Ambel en la lidia lo bordó y Curro Javier en la misma dimensión. Bríndis público en los medios. El inicio en el centro con dobles cambiados de las flores y uno engarzado en circular con el de pecho hicieron romper en clamor a la Maestranza. Perera imprimió ritmo sin dejar parar nunca al toro que hacía el avión y que embestía con transmisión. Otro con fondo que lo quería todo por abajo y por ahí, lo llevo Miguel Ángel en una faena de tremenda capacidad. Impuso su firmeza en una labor maciza. Lastima los inoportunos pinchazos. Ovación con saludos


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Cuarta de abono. Lleno.

Toros de Garcigrande, correctos de presencia y armónicos de hechuras. Desiguales de juego. El quinto, a más, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.


Morante de la Puebla (verde oliva y plata): ovación y silencio.

El Juli (verde hoja y plata): oreja y dos orejas.

Miguel Ángel Perera (blanco y plata): ovación y ovación.

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