Fernando Cuadri: “Ha llegado la hora: he entregado mi vida al toro y toca descansar”

Celestino Cuadri: “Ha llegado la hora: he entregado mi vida al toro y toca descansar”

El veterano criador analiza en los micrófonos de La Divisa su vida como ganadero, después de tomar la decisión de dejar en manos de sus descendientes la ganadería.

Es uno de los ganaderos señeros y señores. Está muy prestigiado dentro del mundo del toro, pero poco a poco llega la hora del relevo generacional. La ganadería de Cuadri y quien ha sido durante cerca de cuarenta años, Don Fernando, se retira. Buenas noches.

Buenas noches.

Ha llegado el momento de ir dando un paso al lado.

Exactamente. Ha llegado el momento. En ganadería no puedes dejar las cosas de forma brusca, sino que si tú quieres que te sigan los mismos criterios de siempre, tienes que ir poco a poco aconsejando y guiando la situación. Hay dos sobrinos míos que están en el campo, que llevan el tema agrario, y otros dos, mi hijo Celestino y Antonio, que están trabajando de ingeniería, pero que me echan una mano. La idea de que ellos sigan con el tema de campo, selección, manejo, personal… y yo seguir por ahora con la representación de ganadería. Es la forma más conveniente de seguir los mismos criterios. Yo seguiré yendo al campo, pero en segundo término.

Un paso al lado, ¿cuántos años han sido al frente de la ganadería?

46 años. Tengo ahora 69, gracias a Dios estoy muy bien pero es el momento. No puedes apurar más. Es el momento para poder seguir en segundo término pero con capacidad para echarles una mano cuando lo necesiten.

En estos años, ¿cómo puede ser que no has aprendido nada de toros?

A mí me ha gustado mucho el campo y los animales, y se van aprendiendo muchas cosas, pero cuanto más avanza el tiempo, más dudas te aparecen y en definitiva son 46 años que no han sido suficientes para enterarme de qué es el toro. Sigo con más dudas desde que empecé. Es la verdad.

Siempre has tenido una tremenda honestidad y una autoexigencia al límite.

La verdad que me he basado en dos cosas: siempre he tenido muy buena compañía, con mis hermanos Juan y Luis, que han fallecido, pero que han sido muy buenos aficionados y hemos llevado la ganadería entre los tres. Siempre hemos tenido la norma que nos dijo mi padre, de ir por derecho. Se han cometido muchos errores, se han intentado aprender de ellos y hemos llegado a esta etapa de dejar las riendas.

¿Con qué dificultades se van a encontrar los jóvenes?

El principal problema que van a tener es la consanguinidad. Tenemos 160 vacas resumidas en 28 familias. En esto hay que refrescar. La naturaleza no quiere consanguinidad y cuando te pasas de ciertos índices, aparecen enfermedades, pierdes partos, aparecen mutaciones… y los animales pierden defensas. Siempre se ha dicho que hay que refrescar para reducir esos índices. Nosotros no podemos refrescar, porque es un tipo de toro muy particular, no sé si un encaste único o no, pero a mi padre se le ocurrió mezclar Santa Coloma con Urcola. Lo hizo, y después de 70 años, ha evolucionado a un tipo de toro muy particular. El hecho de refrescar dentro de lo nuestro es lo que más problemas puede suponer. De hecho, ya este año han tenido mucho cuidado en los sementales que se le echa a los lotes. Es la principal preocupación.

¿Cómo tienes la camada de este año?

Es una camada muy corta. Hay una novillada que va a Calasparra y dos corridas de toros, Huelva y Madrid. Teníamos una tercera corrida de toros, pero en Madrid nos jugamos mucho, ya que el año pasado no fuimos y los años anteriores no han rodado las cosas bien, por lo que en definitiva dependemos mucho de esta plaza. Esta tercera corrida la hemos deshecho, hemos dejado cuatro toros para el año que viene y otros cuatro por si acaso hacen falta en Madrid, por lo que hay 14 toros para Madrid. Depende mucho la ganadería del comportamiento de Madrid. El año pasado nuestra temporada fue mala: Azpeitia salió regular y Valencia salió mala. El tipo de ganadería nuestra, cuando te ruedan las cosas mal, se paga muy caro. Todo eso lleva consigo a depender mucho de Madrid.