José Antonio Campuzano: “Lo que consolida a una figura del toreo es que la gente que va a la taquilla pregunte por la corrida de Roca Rey”

José Antonio Campuzano: “Lo que consolida a una figura del toreo es que la gente que va a la taquilla pregunte por la corrida de Roca Rey”

“Esta es la tercera temporada completa de matador de toros. El torero es consciente de que para interesar a las empresas y a los públicos hay que pasar esa línea que cuesta tanto trabajo. Y por esa línea hay que pagar un precio y un canon, algo que ha pagado en los primeros años con muchos porrazos. Ha tenido la oportunidad de aguantar”. 

El año 2018 consolida como máxima figura al jovencísimo Andrés Roca Rey. No solamente ha terminado el primero del escalafón, sino que ha terminado arriba de la cotización. Es el únici torero del que los empresarios no se quejan. Es momento de hacer balance de la temporada junto a su inseparable maestro José Antonio Campuzano. Buenas noches.

Buenas noches.

Imparable Andrés.

Sin duda, ha salido 39 veces a hombros, ha estado a un gran nivel. Y todo el mundo llega a la taquilla y pide su nombre, y eso es lo que consolida a una figura del toreo.

Habéis trabajado duro en esta tercera temporada juntos. Al principio era susto tras susto, así se ha hecho figurón del toreo. Y ha llegado un momento en el que cambia el uy por el ole, ¿Eso es producto de la madurez o consecuencias lógicas de la propia evolución en el conocimiento, la técnica y el saber torear?

Eso va todo en que el torero es consciente de que para ponerse en figura del toreo e interesar a las empresas y a los públicos, hay que ponerse en ese sitio donde tanto trabajo cuesta. Y hay que pagar un precio y un canon por esa línea, y él lo ha pagado en los primeros años, pero ha tenido la capacidad de aguantar esos porrazos y ese levantarse diariamente y eso se paga lógicamente. En el tercer año de alternativa, esa línea la cruza pero con unos conocimientos que se adquieren con el toreo diario, con el entrenar, con el hablar y con la capacidad del torero para resolver y ponerse en el mismo sitio del primer día con una capacidad para llevar y traer el toro por donde él quiere.

Y la evolución artística: ha ganado en transmitir, en expresión, en temple, en bajar la mano…

Sí, todo eso se lo veníamos viendo desde primera hora, lo hacía en el campo. Pero el día que ha tenido el oficio suficiente para hacérselo al toro, lo ha logrado. Andrés tiene un momento fenomenal, y se lo está haciendo al toro en la plaza en vez de en el campo. Eso es base de un sacrificio diario, de una voluntad, de un querer día a día tremendo.

¿Le ves techo?

No. Ahora mismo tiene ese momento llamado dulce de los toreros donde tú no le ves ningún techo. Le ves una capacidad de sorprender distinta. Le hace lo que no le soñabas tú mismo hacer al toro. Eso hace que no tenga techo. Esa impronta, ese sorprender al público, es lo que hace que sea un torero interesantísimo tanto para públicos como para empresas.

En el público se percibe que su condición personal no ha cambiado: no se le han subido los humos a la cabeza.

No. Con 22 años, cualquier humano cambiaría y estaría en una nube, porque es una profesión en la que todo son halagos, y eso hace que el humano a veces falle. Pero él sabe que algún día tiene que estar mal, porque es humano, pero es consciente de ello.

Dame tres tardes de esas 54 para enmarcar.

Creo que Pamplona ha sido una tarde fabulosa, después la tarde de Valencia y la que ha marcado la diferencia grande del torero ha sido la última tarde de Bilbao. Eso fue fuera de lo normal. Cuando entró en la furgoneta, le dije que no sabía qué chavales iban a tomar la alternativa qué le tienen que hacer a un toro para sorprender igual que había estado él con el último toro.

Os vais a México.

Sí, toreamos el lunes en Morelia y el martes en Juriquilla.