Carballo sella una faena de poder ante un "barrabás" de Monteviejo y Girón toca pelo en la última de Villaseca

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

La última de la Feria del Alfarero de Oro de la localidad toledana de Villaseca de la Sagra se celebraba en la tarde de este lunes, 10 de septiembre. Alejandro Fermín, Juan Carlos Carballo y Aquilino Girón hacían el paseíllo a las seis y media en punto.

“Coleterón” se llamaba el primero de la novillada, un animal basto de hechuras, con dos puntas al cielo y parado tras el tercio de varas. Tuvieron que estar prestos los subalternos durante el tercio de banderillas, midiendo mucho el de Monteviejo. Al público fue el brindis de Fermín, llevándoselo poco a poco al animal hasta los medios con un astado ya parado prácticamente. Un susto se llevó el extremeño a la hora de meter la espada.

“Cachalote” llevaba por nombre el segundo novillo de la tarde, primero del lote de Juan Carlos Carballo. Muy orientado el animal en banderillas, pasaron un clavario los hombres de plata ante la lidia de Antonio Chacón para banderillear al animal. Puso calma Carballo al animal llevándoselo con torería hasta los medios, ganándole la acción al astado. Todo un barrabás fue un animal que siempre estuvo orientado, queriendo coger al torero y con el que Carballo estuvo firmísimo. Sembró el pánico en el ruedo un animal con el que el novillero estuvo hecho todo un tío. Se le complicó la suerte suprema al pinchar en dos ocasiones.

“Rosito”, número 43, fue el tercero de la novillada, animal primero del lote de Aquilino Girón. A Vicente Yángüez “El Chano” fue el brindis del granadino, que comenzó en el centro del ruedo su faena por estatuarios, quedándose muy quieto y estando a punto de ser arrollado por el animal-. Novillo también con movilidad y transmisión en su embestida, con durabilidad pero con un punto de mansedumbre. Se tuvo que ir a tablas a hacerle la faena el novillero, que dejó su valor al lado del olivo. Aguantó muchísimas coladas ante un animal peligrosísimo. Tras varios pinchazos, se echó el de Monteviejo, levantándose después para que dejase el granadino una estocada algo trasera.

Con las patas blancas, precioso de hechuras y con máxima seriedad fue el cuarto del festejo, segundo del lote de Alejandro Fermín. Por el lado izquierdo inició la faena en redondo Alejandro Fermín, a pesar de la cara alta de un animal al que le costaba no solo humillar sino repetir en los trastos del extremeño. Fue precisamente el detalle a zurdas lo que caracterizó un trasteo largo pero inteligente por parte de Fermín. Estocada final entera.

Suave y torero recibió Juan Carlos Carballo al segundo de su lote, otro bello ejemplar de Monteviejo. Feísima fue la cogida de Aquilino Girón al intentar hacer el quite por saltilleras al animal, que lo cogió al intentar cambiarle el pitón. Ya en el suelo, el novillo se cebó con él por unos segundos, siendo rápidamente trasladado a la enfermería. En faena, y tras un percance en el tendido atendido por las asistencias médicas, Carballo se impuso por la mano derecha ante un astado que exprimió por el lado derecho. Esfuerzo resolutivo de Carballo ante el animal de Monteviejo.

Nada fácil y con cierto peligro fue el quinto del festejo, un novillo al que fue entendiendo poco a poco un recuperado Aquilino Girón, al que finalmente le cortó una oreja. Animal al que se entregó el granadino y que tuvo más bondades que sus hermanos, pero no por eso fue nada fácil. Le fue tocando las teclas especialmente a diestras para, tras un soberbio estoconazo, tocar pelo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Villaseca de la Sagra (Toledo). Última de la Feria del Alfarero de Oro. Novillada con picadores. Dos tercios de entrada.

Novillos de Monteviejo.

Alejandro Fermín, palmas y ovación tras aviso.

Juan Carlos Carballo, ovación tras aviso en ambos.

Aquilino Girón, ovación y oreja.

FOTO: INFO J. C. CARBALLO