Manzanares sella una obra de doble premio y Talavante corta oreja

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EL BREVE DE PEDRO J. CÁCERES


Llenando el escenario de toreo, plástica, estética, ajuste, largura, por abajo, los de pecho fueron de cartel, y administrado terrenos y tiempos. Mató a ley un gran toro de Cuvillo que un aficonado en el palco hubiera sacado pañuelo de vuelta alruedo.. En su 2º Manzanres tuvo un toro de gran calidad pero justo.

Talavante hizo un faenón a otro gran toro, y lo mató. La puta costumbre palquera de retener la primera oreja no hace justicia y delata al presidente como dudoso aficionado.No sirvió el 6º y Talavante se justificó.

Como Castella, muy dispuesto en dos toros, no malos, pero a contraestilo de la tauromaquia del francés para calar más en los tendidos. No hay billetes. (Pedro J. Cáceres)


LA CRÓNICA DE JAVIER F. CABALLERO

La corrida de Núñez del Cuvillo llegaba, en la tarde de este martes de Feria, a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. En el cartel, hacían el paseíllo Sebastián Castella, José María Manzanares y Alejandro Talavante a partir de las seis y media de la tarde.

Salió en primer lugar un bonito colorao de Cuvillo al que Castella le enjaretó un largo y variado recibo capotero con la rodilla genuflexa. Se le midió en varas, dejándole posteriormente el torero francés un ajustado quite por chicuelinas. Tras un gran tercio de banderillas saludó José Chacón. Tuvo nobleza y cierta bondad el Cuvillo en los trastos de Castella. Hubo muletazos sueltos de buen trazo pero a su obra le faltó mayor continuidad. Al toro venido de El Grullo le faltó raza y ganas de querer irse tras los vuelos. Cuando perdió la movilidad inicial acusó su escaso fondo. Se atascó Sebastián con los aceros y fue finalmente silenciado tras escuchar un aviso.

Y salió por chiqueros Encendido, un toro de clase al que Manzanares lanceó primordialmente a la verónica. Tambien con la capa dejó Talavante un quite por delantales con una media al ralentí. La suave capa de Suso y los pares de Rosa y Blazquez marcaron la diferencia, desmonterandose estos dos últimos. Manzanares sacó a pasear su guante de seda para constuir una faena llena de empaque, temple y un regusto especial. Se durmió en muletazos que parecieron no tener fin. Embarcó la embestida de un animal que pidió caricia en cada muletazo. Bravo este Cuvillo por ambos pitones, profundo, franco y de una embestida humilladora. El cénit de su labor vino con un cambio de mano que duró media hora, la plaza parecía un manicomio. Por el izquierdo dejó pasajes de toreo de quilates, sus naturales llevándose siempre al animal tras la cadera calaron enormemente en los tendidos que colmaban la Maestranza. Por el derecho dejó muletazos marca de la casa en una faena de gran empaque. Mató al encuentro y las dos orejas fueron unánimes. Faltó sin embargo sensibilidad en el palco para darle la vuelta a este gran toro de clase de Cuvillo.

Y Talavante volvió a ser Talavante. El extremeño volvió a reencontrarse con Sevilla tras su discreta tarde de ayer. El de Cuvillo, Abanto de salida y con cositas de manso fue poco a poco rompiendo gracias a la lidia de Valentín Lujan. Gran mérito de que el Cuvillo rompiera se lo debemos al pacense. Ató en corto al animal en un inicio de faena poderoso, en el que llevó al animal sometido en su muleta. Las tandas por la derecha tuvieron empaque y buen ritmo, pese a que el toro embetía con temple pero sin humillar. Cuando se echó la muleta a la zurda vino la parte alcista de la misma. Dejó volar su muñeca para torear al ralentí. Siempre dando el pecho y llevándose al toro tras la cadera. Talavante cuajaba a un Cuvillo que por el izquierdo si se entregó de verdad. Faena de torero fresco y cuajado, ese que gusta ver al aficionado. Sin alaracas ni gestos de cara a la galería Talavante construyó una faena para paladares sensibles. Se tiró a matar o morir saliendo prendido de la suerte, afortunadamente sin consecuencias aparentes. La oreja que cortó fue de ley.

Bajo como un zapato, serio y armónico de hechuras fue el cuarto. Un animal que como su hermano anterior le faltó definirse de salida. Lo lidió de forma brillante un José Chacón que hoy demostró por qué va con una figura del toreo. Destacaron Viotii y Herrera con los palos. Tuvo ajuste y gran verdad el inicio cambiado por la espalda de un Castella que se lo dejó llegar una enormidad. La serie de redondos tuvo el sello del temple y la ligazón. El de Cuvillo tuvo clase y ritmo en sus embestidas, pero estaba medido de raza. Le faltó chispa al animal en un trasteo al que como en su primero le faltó mayor continuidad. Con el toro ya venido a menos acortó distancias. Porfió el francés en una obra que no caló como el esperaba en el respetable. Tras dos ponchazos y una estocada fue ovacionado dese el tercio tras sonar un aviso, reconocoendo el público su seria labor ante un toro con virtudes pero a menos.

Tenía entre ceja y ceja alicantino la Puerta del Principe y puso todo de su parte para que así fuera. El de Cuvillo ya evidenció de salida que no iba a estar sobrado ni de raza ni de fuerza. No se le pegó nada en varas, siendo lidiado con pulso por Rafael Rosa. Acertó Manzanares en darle tiempo entre tanda y tanda para darle aire al animal -igual que hizo en el primero de su lote- y que este rompiera. Dejó pasajes estimables por ambos pitones, más y mejor por el derecho. Ligó en redondo series medidas, aliviando al toro y no exigiéndole en demasía. El de Cuvillo se fue apagando como una velita llegando a las postrimerías de la faena embistiendo a saltitos y con la cara a la altura del palillo. Tras pinchazo y descabello saludó una ovación desde el tercio en reconocimiento a un trastro pulcro y con fases de buen toreo.

Cerraba su Feria Talavante con este sexto, un toro de Cuvillo al que como algunos de sus hermanos le faltó raza. Lo lidió de forma templada y eficaz Trujillo. Sobrevino la cogida en el segundo par de Valentín Lujan, pero la colocación de Manzanares evitó males mayores. Poca historia tuvo la faena de muleta. El de Cuvillo no quiso ir hacia adelante y embistió siempre con la cara por encima del palillo, volviéndose sobre las manos y no dejando a Talavante soltar muñecas. Abrevió el extremeño en un trasteo sin contenido, debido al poco juego del toro y la falta de alma del torero. Se atascó con los aceros y fue silenciado tras sonar un aviso.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Novena de abono. Corrida de toros. Lleno de No Hay Billetes.

Seis toros de Núñez del Cuvillo.

Sebastián Castella, silencio tras aviso y ovación tras aviso.

José María Manzanares, dos orejas y ovación.

Alejandro Talavante, oreja y silencio. 

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