Manuel Escribano: "Las dos orejas de Bilbao podrían haber sensibilizado a esos empresarios que no se han acordado este año de mí"

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Bilbao acaba de terminar y ha arrojado saldo de triunfadores como Ponce, Urdiales, Roca… pero a excepción de Ponce, el que más se acercó para abrir la PG, fue Manuel Escribano, que estuvo extraordinario con ese toro de Victorino. El presidente Matías no lo concedió y el mal sabor de boca se le quedó al aficionado. Y supongo que al torero también. Manuel Escribano, buenas noches.

Buenas noches.

Se le queda a uno muy mal sabor de boca si se nos queda a los demás.

Sí, imagínate lo que supone para un torero cortar dos orejas en Bilbao. Lo que supone para tu carrera. La felicidad es la misma. Porque cómo maté el toro y cómo toreé, estuve realizado y contento. Es de las tardes en las que te da igual hasta lo que pase. No se puede negar esa foto con las dos orejas, cuesta mucho trabajo que salga todo bien.

Supongo que no es ningún consuelo, pero ver el reconocimiento en toda la crítica alivia el disgusto.

Sí, totalmente. Es lo que me llevo. No te llevas la PG pero la felicidad de uno y el reconocimiento que es lo que busco y me hace grande y sentirme bien, me lo llevo. Me da ilusión para seguir luchando. El gusto y el placer de sentir esa plaza tan importante cerca de ti. Es lo que me llevo. De las faenas que más he disfrutado en mi carrera.

La faena fue excelente por las dos manos, con derechazos y naturales, y la faena ya valía de por sí una oreja. A chiqueros de rodillas, tres pares de banderillas escalofriantes, pero es que es una ley del toreo. El pedazo de estocada, que supongo que será premio de la feria, toro patas arriba en décimas de segundo. Por más que se piensa, esa estocada sólo vale una oreja, pero la faena además valía su peso en oro. Pero uno termina por disipar los fantasmas, pero se acuerda del pasado.

Totalmente. Ahí es donde está la grandeza de todo. El trabajo, la lucha por recuperarme, por ponerme fino, por estar en las ferias y entrar en cualquier tipo de corridas de toros… imagínate. Llegar a una tarde como Bilbao suponía mucho para mí. Era vibrante y emocionante y le pude pegar a un toro 25 muletazos, muy despacio. Es el toreo que busco. Esta temporada estoy matando muchos toros en plazas importantes con la espada y este año no se me podía ir. Si es o no de premio da igual, solamente la estocada era de oreja y todo el contenido y la pureza estaba cantado que era de dos.

Y la temporada, ¿cómo va?

Bien. Me he superado. Si entra la espada las tardes que ddebía haber entrado hubiese sido de las temporadas de mi vida. Aquí en mi persona, no he sentido el apoyo de muchas plazas en las que debería haber estado puesto. El año pasado estaba anunciado y no pude ir por la cornada. Lo único malo que hice en todo el año fue no poder ir por ese problema y ha faltado un poco de tranquilidad de que contasen conmigo.

Todavía queda mucho por delante, septiembre está cargado y llegan Ferias como Zaragoza. Además de cómo estuviste, eso da moral.

Sí, me encuentro en un momento genial. He profundizado muchísimo en mi toreo. Vamos intentando apurar más y más y por eso te digo que me encuentro genial, en un momento de pureza y madurez. A menos que me ayude un toro y me respeten las empresas, tiene que ir todo hacia arriba. Seguiremos creciendo y me queda un final de temporada muy bonito.