​ZOTOLUCO Y PONCE: EL TOREO DOGMA DE FE

EL APUNTE

¿Que hubiera pasadp de no pinchar 6 veces y sonar 2 avisos para superar la clamorosa vuelta al ruedo que premió la faena al 4º? ¿Hablamos de "rabo"? Sí, pero de los que dejan huella y esa faena a ese buey 4º como al toro medio 2ª son de las de hacer historia y sumar "consentimiento" de Ponce en la México tal que, con muy poco, metió 30.000 gentes. 

Zotoluco que se despidió dejando un vació en la tauromaquia mexicana todavía por llenar. 

(PJCáceres)

LA CRÓNICA

ZOTOLUCO Y PONCE: EL TOREO DOGMA DE FE

*Magistrales faenas de Ponce y sabiduría con sentimiento de Zotoluco

TEXTO: MARYSOL FRAGOSO

FOTO: PLAZA MÉXICO

En esta corrida no sólo hemos visto torear a dos maestros: uno en su despedida del México que le vio nacer, el otro en la adoración del México que le ha visto crecer. Tanto el que se cortó la coleta: el mexicano Eulalio López “Zotoluco”, cuanto el que aún la trae bien puesta: el español Enrique Ponce, han dejado sobre la arena una máxima: el toreo es dogma de fe.

Así de claro. Lo magistral de dos faenas de Ponce y la sabiduría y el sentimiento de la actuación de Zotoluco, dejan para la reflexión de esas 28 mil personas que acudieron a la plaza, el hecho de que una vez más creyeron en la verdad de la tauromaquia y tuvieron la certeza que este mano a mano sería un éxito. Y, sus toreros les cumplieron con creces.

Dos orejas de Ponce que debieron ser el doble de no haber fallado con el acero. Una oreja de Zotoluco en su despedida, donde la gente se volcó con él, debido a la categoría que le ha dado a su adiós a los ruedos.

El toro, capitulo central de la fiesta, vino del criador Fernando de la Mora y contó con diversos matices pero el general dejó estar a gusto a los toreros. Excepto primero y sexto que fueron ásperos y presentaron complicaciones, el resto tuvo nobleza. El segundo recibió arrastre lento. El tercero fue enrazado. Si bien el mejor lote fue para Enrique, su compañero de cartel, Eulalio, sacó la casta en todo momento.

Hemos visto a ambos toreros muchas tardes en este coso pero en esta ocasión, han demostrado cómo ha evolucionado su toreo en casi tres décadas. La magia de la Plaza México volvió a surgir con las faenas derrochadas en el ruedo. Volvió a retumbar ese olé monumental en una hermosa tarde de toros.

El toque mexicano, siempre colorido y alegre, ha dado a la corrida tintes festivos que no se habían dado anteriormente en este coso durante despedida alguna.

El primero, remiso y medido de fuerza. Zotoluco lo metió a la muleta tras mucho porfiar. Le arrancó tandas de muletazos a base de cojones, destacando lo conseguido por el pitón izquierdo. Terminó de pinchazo y estocada entera. El tercero fue un toro enrazado al que ejecutó un trasteo con la mano diestra. Se entregó en una certera estocada y cortó una merecida oreja.

El quinto, fue manso y huidizo. Lo recibió con dos largas cambiadas de rodillas en tablas. Llevó al caballo con chicuelinas andantes. Bajo el son de Las Golondrinas y la luz de miles de celulares que se encendieron en los tendidos, inició la última faena de su vida. Se llevó al toro a la boca de riego pero tras los primeros compases, éste se fue a tablas. El torero lo acosó por diversos terrenos para troquelar cada pase.

Terminó de media estocada y varios golpes de descabello por lo que perdió la oreja. Sus hijos Alvaro y José María fueron los encargados de córtale el añadido, entre el cariño de los niños con debilidad visual, que pertenecen a su fundación, la presencia de un mariachi y el volar de multitud de palomas.

Enrique Ponce defendió su sitio de figura e hizo brillar lo mejor de su tauromaquia. El según fue un toro de gran nobleza y recorrido. Puso el diestro alto el listón al cortarle dos orejas en artística faena, sin mácula, incólume, pasional y auténtica que abrochó con una serie de poncinas antes de tirarse a matar de estocada entera.

Dobló con firmeza al cuarto toro y a partir de ahí todo fue cadencia en su obra muleteril. Se sublimó conforme transcurrían las tandas variadas y templadísimas. La intensidad marcó su proceder. Falló con la toledana y con el acero para perder las orejas. Al sexto lo lidió con voluntad para tratar de hacerle faena, pero no fue posible. En un gesto que le honra, salió a hombros al lado de Zotoluco.

FICHA DE FESTEJO

PLAZA MÉXICO

DOMINGO 4 DE FEBRERO. Decimotercera corrida de la Temporada Grande. Aproximadamente 28 mil personas en tarde agradable.

SEIS TOROS DE FERNANDO DE LA MORA, desiguales en hechuras y juego diverso. PESOS: 554, 542, 515, 561, 518 y 540 kilos.

EULALIO LÓPEZ “ZOTOLUCO”: (sangre de toro y oro): Silencio, oreja y vuelta.

ENRIQUE PONCE (tabaco, con oro y plata):

Dos orejas, vuelta tras dos avisos y silencio.

INCIDENCIAS: El picador Ignacio Meléndez también se retiró de los ruedos. Saludó Cristhian Sánchez. Las peñas taurinas entregaron reconocimientos a Zotoluco, lo mismo que Vanesa, una niña invidente de la Fundación del torero capitalino.