El cuarto de la tarde fue otro novillo que escuchó palmas de salida, al que recibió el venezolano con dos largas de rodillas. Luego llegaron algunas verónicas y un buen remate para que se emplease en el peto el animal. Mucha entrega dejó Vanegas, que anduvo dispuesto para finalmente meter la espada en el primer intento y escuchó un aviso y cortar oreja.
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