Mª Ángeles Grajal: “Fue figura del toreo en los años 60 y 70 y lo sería por algo, como persona era noble, generoso, divertido…todo lo mejor que se puede tener, tanto para lo bueno y lo malo”

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“En aquel momento mi suegra, Mercedes Tabernero, se puso en contacto con Jaime Ostos para que me contara la corrida dramática que había tenido en Tarazona en 1963 y quedamos en el hotel Wellington, pero él me contó de todo menos la cornada”


“Los toreros son personas muy dadas a su profesión y a su mundo, por entonces no se permitía a las mujeres estar en la vida taurina y siendo esposa menos; la vida ha cambiado para todo”


“Fue figura del toreo en los años 60 y 70 y lo sería por algo, como persona era noble, generoso, divertido…todo lo mejor que se puede tener, tanto para lo bueno y lo malo”



Entrevista por Rosi Fernández



Esta semana otra mujer importante en mujeres taurinas. Doctora, neumóloga y mujer de torero. María Ángeles Grajal.


Mujer activa, emprendedora y además taurina. ¿Cómo y quién es María Ángeles Grajal?


Pues mira, soy ahora mismo una mujer muy triste porque la pérdida de Jaime me está suponiendo lo peor de mi vida en este momento. Por supuesto soy una mujer activa, sigo siendo aficionada al toro, soy profesional en mi profesión a tope. Pero con una pereza y con una apatía para hacer muchas cosas, por eso, porque me ha dejado muy descolocada la muerte de Jaime.


 Pero antes de ese trance  como dices, esa tristeza, siempre has tenido mucha vitalidad. ¿Cuéntanos un poco cómo ha sido tu vida, tu niñez y sobre todo, cómo te has involucrado al mundo del toro?


Bueno, pues mira, yo hice la carrera de magisterio,  quería ser médico como mi padre. Estudié la carrera de Medicina en Salamanca. Allí me casé con mi primer marido, con Antonio Marín Pérez Tabernero, era cirujano, pero al mismo tiempo su madre era ganadera importantísima de toros bravos. Y me aficioné al toro. Me aficioné mucho a la fiesta y a la tauromaquia. En ese momento estaba. El Viti, El Capea, Camino, Paquirri. Jaime estaba ya retirado. Cuando terminé la carrera, nos casamos mi novio y yo, y enseguida que estuvimos casados me puse a escribir un libro que se llamaba “Yo me asomé al escote del Viti”. Te estoy hablando de los años 80. Y bueno, pues tuvo bastante repercusión en la tauromaquia, en el mundo del toro, y me llamó Ramón Vilar, el cirujano de la plaza de Toros de Sevilla entonces para que clausurará una conferencia, un curso que había de  cirugía taurina en Sevilla y lo titulé relacionando con mi profesión desde “El ruedo a la enfermería”. En aquel momento mi suegra, Mercedes Tabernero, se puso en contacto con Jaime Ostos, que vivía en Madrid, para que me contara la corrida dramática que había tenido en Tarazona en 1963. Le llamó, quedamos en Madrid, en el hotel Wellington, a una hora muy taurina, a las 17:00 de la tarde. Y bueno, pues él me contó de todo menos la cornada. Luego empecé a ir a Salamanca y un año después me divorcié de mi marido y ya estaba con él. Al lado de Jaime, pues lógicamente  no sólo he aprendido, he amado mucho más la tauromaquia, nació nuestro hijo, yo seguí trabajando a mí en mi profesión, en mi especialidad y siempre he sido  bastante activa. Soy hiperactiva y  siempre haciendo cosas. Los hiperactivos somos de estar haciendo 4 cosas. Jaime siempre me decía ¿cómo puedes estar, leyendo, atendiendo una cosa  por teléfono y viendo la televisión? Pues sí. A veces tienes esas cualidades entre comillas, sobre todo cuando eres joven. Siempre he tenido muchísima afición por los toros, me he documentado muchísimo, conozco muy bien la tauromaquia, he dado conferencias, de todo, esa ha sido mi vida.


Pues la verdad es que la ha resumido muy muy bien. Como sabemos, mujer de un gran torero, Jaime Ostos, ¿Qué destacarías de Jaime como torero y como persona?


Como torero ha sido el número uno estoque como matador de toros, mataba muy bien, todo el mundo lo reconocía y su toreo era clásico, toreaba también con arte al ser de Sevilla, muy completo, fue figura del toreo en los años 60 y 70 y  sería por algo. Como persona, una persona noble no, lo siguiente, generoso, divertido, entretenido y no sé qué decirte más… honesto. Todo lo mejor que se puede tener, añadiendo, todo muy intensamente para lo bueno y para lo malo, ese era Jaime.


¿Dicen que los toreros son de otra pasta y que también son muy raros, es difícil convivir con un torero?


Sí, sí. Porque se juegan la vida todos los días. Y para hacer eso tienes que estar un poco con el coco. Puff. Entonces son personas muy especiales. El que se juega la vida todas las tardes tiene que ser un ser especial, no le importa la muerte, no le importa el dolor, son valientes. Lo que eso implica de ponerte la vida por montera todas las tardes, nunca mejor dicho. Y eso hace ser  muy difícil a la hora de la convivencia. No Jaime Ostos,  todos. Conozco a todos y para todas las mujeres estar casada con un torero y ser figura del toreo mucho más porque está más involucrado en su profesión es complicado, es complicado, pero bueno,  compensa. Compensa porque tienen otras cosas. De todas maneras, yo cuando me casé con Jaime ya estaba retirado. De estar en activo pues seguramente no lo hubiera podido aguantar, dado mi carácter, pues son personas muy dadas a su profesión y a su mundo. En aquel momento tampoco se permitía que las mujeres participaran mucho de la vida taurina y siendo esposa menos. Ahora en este momento la vida ha cambiado para todo, la sociedad ha cambiado, la mentalidad ha cambiado y el mundo del toro también y es mucho más llevadero. Yo tengo amigas, mujeres de toreros que van a los toros o van de viaje solas o van de compras y no aparecen en todo el día y no pasa nada. Eso en la época de Jaime, como la de Ordóñez, como la de Luis Miguel, era impensable. Pero te digo, son hombres muy especiales porque se juegan la vida todos los días y son muy radicales. Es muy difícil que estén en un punto medio. Están siempre en los extremos, porque la vida para ellos son la vida y la muerte. Son dos extremos.


Como he dicho al principio, mujer taurina activa, ha escrito libros, uno de ellos entre los que ha dicho a las mujeres de toreros, “Va por ellas” también ha sido la que creó, fundó las Majas de Goya en 2003. También fue la promotora impulsora de la Peña Taurina de Las Meninas en el 2019. ¿Se creó y dicho por usted para difundir y divulgar  los valores de la tauromaquia? ¿María Ángeles, qué valores tiene para usted la tauromaquia y cómo la ve de salud?


Pues el valor es que es tradición lo primero, es cultura. Al ser tradición española y cultura forma parte de nuestra cultura, pues tenemos la tauromaquia, la literatura, tenemos la tauromaquia en la pintura, en el cine y en todas las artes. O sea que casi todos los artistas y conozco muchos de  diversas artes van siempre también a la tauromaquia a sacar algo, porque tiene algo  mágico. El toreo es mágico, o sea, torear es magia pura, es duende, es valor, por supuesto, es también técnica. Tienes que tener conocimientos, se tiene que armonizar mucho la cabeza con el corazón, con los sentimientos. Entonces es,  esa combinación de bailarín y héroe, de miedo y valor, todo es, como te decía antes, un poco extremos, ¿no? No hay punto medio en la tauromaquia, todo son valores extremos. Esto es muy bello para cualquier artista para plasmarlo en obras de literatura, en obras musicales, etcétera.

El toreo es bueno, plasticidad total. ¿Y quién define todas las cualidades o el 90% de las que te he dicho ahora mismo? Pues casi todos los toreros, pero sobre todo uno que se llama Morante de la Puebla. El toreo de Morante reúne magia, duende, plasticidad, valor, maestría. Por eso mi peña, seguimos tanto al maestro. Con la suerte que al lado de Morante de la Puebla torean todas las tardes otros dos que reúnen otras características y entonces, vivir esas tardes es maravilloso


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