Le cortó la oreja al cuarto tras una faena en la que destacaron los soberbios naturales y otra al sexto

López Simón tapa bocas

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JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO


Soñó el toreo al natural López Simón esta tarde en Sevilla. La mejor versión vivió el torero madrileño en su mano a mano con Sebastián Castella en el que una corrida desigual de El Pilar fue punto clave para el entendimiento de los protagonistas de la tarde. A sones del Maestro Tejera escenificó Simón lo que todo un invierno había venido trabajando, sobre todo en la evolución enjundiosa de su concepto. Y tapó las bocas de todos aquellos que, a raíz de las primeras citas de su temporada, creían que no se iba a hacer grande a lo largo que iba pasando la tarde. Y lo mostró saliendo fortalecido de una tarde en la que Sevilla se volcó ante su valeroso y más depurado concepto que hace unos meses.


Le cortó la oreja al cuarto tras una faena en la que destacaron los soberbios naturales. Muy firme anduvo López Simón para llegar al tendido y a la banda del Maestro Tejera, que comprendió que su trasteo pedía música. Pero al llegar la cuarta tanda cesó la filarmónica, prosiguiendo Simón más en corto sonsacando bellísimos muletazos con la mano izquierda. A diestras, emocionantes fueron las dos primeras series antes de meter la espada y pasear el apéndice entre el calor del respetable baratillero.


No anduvo acertado Simón frente a un segundo al que no terminó de entender. Toro con teclas que no pedía estar encima, sino perderle unos pasos en cada muletazo. Fue silenciado el madrileño. Fue el sexto un toro al que le recetó un gran quite el sobresaliente Fernández Pineda por chicuelinas, destacando una extraordinaria media. Un fortísimo golpe se propinó el subalterno Vicente Osuna al entrar al burladero, saludando una ovación final junto a Jesús Arruga. Brindó el toro Simón al público para comenzar al hilo de tablas. Destacaron los pases de pecho, muy despacito y que entraron pronto en el respetable. Se quedó en el sitio en el epílogo de ese trasteo para, de nuevo, hacer sonar al Maestro Tejera. Tras el final por manoletinas, le cortó la oreja. 


Fue el primero de la tarde un astado de extrema calidad pero sin fuerza ninguna, que no permitió comenzar un trasteo que tuvo momentos de calidad pero sin transmisión porque el astado no ligaba los muletazos. Finalmente dejó detalles para ser silenciado. Tampoco tuvo suerte con el tercero, un animal que ante que adoleció de fuerza y casta pero que tuvo la virtud de la clase. Nada tuvo que hacer Sebastián ante el quinto, un toro al que brindó al respetable y se lo cambió en el centro del anillo. Pero en el ecuador muleteril, el astado salmantino se le echó y fue pronto a por la espada el torero de Béziers. Muy trasera, tendida y un punto desprendida dejó ante el astado, que tuvo un punto de aspereza y genio.


FICHA DEL FESTEJO


Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Quinta de la Feria de Abril. Sexta de abono. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada.


Seis toros de El Pilar y Moisés Fraile.


Sebastián Castella, silencio, silencio y silencio.


Alberto López Simón, silencio, oreja y oreja. 

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