Dos vueltas al ruedo, la de El Cid al quinto y la de Joselito Adame al sexto, que no resumieron la falta de raza de un encierro de Las Ramblas

Dos vueltas y cuatro capítulos infumables

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JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO


Una tarde pesada, anodina, una tarde en la que dos vueltas al ruedo no contaron el aburrimiento que vivió el tendido fue la cuarta de la Feria de Abril de Sevilla. Dos vueltas al ruedo, la de El Cid al quinto y la de Joselito Adame al sexto, que no resumieron la falta de raza de un encierro de Las Ramblas que, junto a la falta de público que apenas llegó a media plaza –dato alarmante, y más si se suma al elevado precio de las entradas en el coso del Baratillo- fueron harakiri para las localidades del Arenal.


La actuación de Miguel Abellán era la primera de su temporada española después de que otros años sumara más festejos en marzo. Pero la Feria de Abril en esta ocasión no fue pilar triunfal del madrileño, que vio cómo le tocaban en el lote los dos toros más desapacibles del encierro. Faena pulcra y aseada dejó ante el noble y soso primero. Porfió el torero madrileño en una faena dónde solo tomó vuelo en momentos puntuales. Destacaron tres naturales en las postrimerías de la faena. Tampoco valió el castaño que hizo cuarto, un astado destartalado y sin sal para confeccionar una faena plana, en la que el torero madrileño acabó desesperado ante la sosa embestida del de Las Ramblas.


Hacía Manuel Jesús “El Cid” el primero de sus paseíllos en la Feria de Abril sevillana, afrontando el próximo lunes su segunda tarde en el Baratillo. Y dejó por momentos gusto en su faena al quinto de la tarde, el toro que devolvió una vana esperanza al escenario andaluz porque por momentos e acopló por el lado derecho a su oponente. Fue ésta la labor más destacada hasta lo que iba de corrida. Lo recibió con verónicas en el tercio, luego el de Las Ramblas derribó al caballo en el tercio de varas y en la muleta tuvo la virtud de la prontitud. Por el izquierdo no lo vio tan claro Manuel, el toro tendía a venir cruzado y meterse por dentro. Volvió el de Salteras al lado derecho pero ya el toro no era el mismo, muletazos de uno en uno, el fondo de casta del animal se había agotado. Ante su primero, dejó detalles sin eco por la sosísima condición del animal.


Joselito Adame llegó de las Américas para intentar buscar aquí el oro perdido pero, tras la cornada de Valencia de la que aún no estaba recuperado, no encontró más que dos toros que no querían y, por su empecinamiento ante el cierraplaza, logró darse un paseo en vuelta al ruedo. Algún natural suelto brotó de su muleta poderosa, pero sin continuidad. Cerró la faena con muletazos con sabor, bello fin de faena. Frente al tercero, no tomó vuelo una faena voluntariosa ante un toro desaborido.


FICHA DEL FESTEJO


Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Cuarta de la Feria de Abril. Quinta de abono. Corrida de toros. Media plaza.


Seis toros de Las Ramblas, deslucidos en su conjunto. Destartalado el cuarto y mejor el quinto.


Miguel Abellán, silencio y silencio.

Manuel Jesús "El Cid”, silencio y vuelta al ruedo.

Joselito Adame, silencio y vuelta al ruedo.

INCIDENCIAS: Alcalareño sufrió una fea voltereta sin consecuencias graves al parear al segundo.


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