​Román, Freire y ‘El Pantera’ salieron por la puerta grande de Riobamba.

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Román, Freire y ‘El Pantera’ salieron por la puerta grande de Riobamba.

Se indultó un novillo de Cerro Hermoso. Vuelta al ruedo para uno de Santa Rosa y otro de Campo Bravo.


Gonzalo Ruiz Álvarez, corresponsal en Ecuador


Entretenido y exitoso resultó el Festival que conmemoró los 25 años de reinauguración de la Plaza Raúl Dávalos de Riobamba, centro del Ecuador.

Con un cuarto de entrada se lidiaron 2 novillos de San Luis, para rejones, de buen juego. Dos de Campo Bravo, uno noble, fijo y obediente y otro alegre, premiado con la vuela al redondel, dos de Santa Rosa, uno de ellos se estropeó el pitón al estrellarse contra un burladero y otro al que le pidieron el indulto, pero fue premiado con la vuelta al anillo; y dos de Cerro Hermoso, uno manso y complicado y otro que fue de regalo y a la postre se lo indultó.

Al iniciar el festejo el Centro Agrícola entregó un trofeo recordatorio a Uceda Leal, quien fue uno de los diestros que hicieron el paseíllo en la Feria de Reinauguración, hace 25 años.

Abrió plaza el rejoneador Vicente Arteaga, que completó una acertada labor, con pares al quiebro, a dos manos, cortas y algunos pasajes de valía y aunque mató mal, fue premiado con la primera oreja de la tarde y dio una celebrada vuelta al ruedo. El toro de San Luis fuer noble y repetidor y se prestó para el lucimiento.

José Ignacio Uceda Leal, torero de Usera, no contó con fortuna puesto que al segundo novillo se le rompió el pitón en un estrellón. Aun así, el torero dejó ver sus buenas maneras en un inicio de faena repleto de torería, con detalles pintureros y de arte clásico. La faena fue corta y fundamentada en un pitón izquierdo por donde el toro dio las únicas prestaciones. Pinchazo y estocada excesivamente baja. Palmas.

El noble y fijo novillo de Campo Bravo permitió a José del Río, un entonado inicio a la verónica sin solución de continuidad por chicuelinas y hacer una faena entusiasta con algunos muletazos estimables, especialmente cuando advirtió las distancias que debía dar al toro por e lado izquierdo. Pinchazo y estocada entera desprendida. Palmas.

Un toro de buena condición y hechuras y con mucha transmisión de Santa Rosa fue material propicio para las buenas verónicas de recibo de Román que también fue aplaudido en las chicuelinas al paso para llevar a la res a la cabalgadura. La faena del valenciano fue de conocimiento y oficio, con muletazos muy templados por el buen pitón derecho, al que aplicó buena técnica y regaló un trasteo de excelentes ejecutorias. Fue una clase de saber medir el tono de la embestida del burel y el muletazo que empezaba con manos bajas lo remataba arriba para evitar que el propio impulso del toro lo echara abajo. Al natural también se lució pese a las mayores exigencias toro y luego de una magnífica actuación, cuando algunos espectadores pedían el indulto, dejó un espadazo entero y el burel vendió cara su muerte, una muerte de bravo. Dos orejas y triunfal vuelta al redondel de Román, luego de la vuelta al anillo del toro.

El rejoneador Carlos Benítez fue novedad, al menos en plazas de importancia en el Ecuador, dejó una grata impresión con el buen dominio de las cabalgaduras, importantes ejecutorias y el desplazamiento lateral con el toro cerca de los estribos. El toro cumplió con creces y terminó embistiendo y los fallos a la hora de matar privaron al torero a caballo de los trofeos que hubiese merecido. Ovación.

El novillero Mariano Freire salió animoso en el sexto, de Cerro Hermoso, pero el astado fue manso y su embestida complicada, muy pegada a tablas no dejó opciones, aunque hubo algunos muletazos lucidos y donde el torero demostró oficio. Con la espada fue un suplició y el novillero vio cómo su enemigo se iba vivo a los corrales.

En un acto de compensación, el ganadero y la empresa regalaron un sobrero del mismo hierro Cerro Hermoso que se corrió en octavo lugar, y que fue incansable en la embestida con alegría, nobleza y luego de una faena de entrega del novillero de Mocha, le hizo una labor variada y alegre en medio del entusiasmo del público. Largo el trasteo que acabó con el novillo indultado y el novillero sacándose el clavo con las dos orejas en la mano en una muy aplaudida vuelta al ruedo.

Debutaba en Riobamba, Juan Palacios, ‘El Pantera’, que tuvo un variado saludo capotero al ejemplar de Campo Bravo que fue de alegre embestida. Una vez más para sorpresa y delirio de la parroquia, ‘El Pantera’ hizo su suerte acrobática con las banderillas, saltando por encima del toro para clavare un par en todo lo alto. Falló con los siguientes pares, pero fue muy ovacionado. La faena de muleta, que la brindó al público, la inició con pases cambiados por la espalda, siguió toreando con series de naturales y derechazos algunos de muy buena ejecución y todo con la gente muy metida en la faena. Tras las manoletinas y el desplante dejó una gran estocada que terminó derribando sin puntilla. ‘El Pantera’ paseó así sus primeras dos orejas en Riobamba entre el clamor de los aficionados y de sus paisanos de Píllaro, que vieron un espectáculo entretenido.

Román, Freire y ‘El Pantera’ salieron a hombros

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