​Chavales toreros de hoy huérfanos de los grandes referentes

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PJC. EDITADA


EDITORIAL DEL PROGRAMA LA DIVISA DEL 21 DE NOVIEMBRE 2022

PEDRO J. CÁCERES


Chavales toreros de hoy huérfanos de los grandes referentes


Durante las últimas semanas hemos venido haciéndonos eco de los chavales que, siendo novilleros, sin caballos, están despertando ilusión de futuro, y, ¡ojalá! Que así sea.  Pero algo rechina entre ellos, quizá por culpa del entorno o los mentores, cuando, preservando su personalidad, responden a la pregunta de cuáles son sus referentes.

Pasen, escuchen y oigan y lean:

Javier Zulueta (Triunfador de los certámenes de escuelas andaluzas): “Mi principal referente, desde que he sido chico, es sin duda Morante de la Puebla. Pero también tengo otros referentes, como pueden ser Curro Díaz o Juan Ortega, Aguado…”

Ángel Pérez (Ganador del certamen de escuelas andaluzas capítulo de Cádiz): “José Tomás y Alejandro Talavante”.

Roberto Martín “Jarocho”: “Pero sí es verdad que hay toreros que, por su forma de interpretar el toreo, me llegan más que otros. Y esos toreros pueden ser José Tomás o Talavante”.

Mario Vilau (El catalán ilusiona a toda una región sin toros. Su eclosión fue cortar un rabo en el inicio de la feria de Jaén):” Actualmente, hay muchos toreros, pero creo que los que más hacen de referencia para mí son Emilio Justo y Roca Rey”.

Fran Fernando (La esperanza de la afición aragonesa que cortó 3 orejas en el inicio de la Feria de “El Pilar”): “Me gustan todos mucho, pero en los que más me suelo fijar es en Emilio de Justo en todas sus etapas, en José Miguel Arroyo y en Alejandro Talavante”.

Ha concluido una temporada marcada por Morante, El Juli y, Roca Rey. Morante se lleva la palma.

El Juli no aparece en boca de ninguno de los chavales, como, por ejemplo, ocurre con Enrique Ponce (el torero más importante de la historia), Y un fenómeno de la naturaleza taurina actual como es Roca Rey, es mencionado por el catalán Vilau, nada más.

Posiblemente por culpa del entorno mencionado, o por sus mentores, para nada se refieren a Espartaco, Ojeda (a Joselito lo nombra el zaragozano Fran Fernando). Ninguno ha debido ver vídeos del gran César Rincón, incluso Jesulín. Y menos a grandes maestros de generaciones anteriores como la de Manzanares (padre) y compañía, y mucho menos de la gloriosa época de Camino, El Viti, El Cordobés, Palomo, etc. etc. Lo de Antoñete, los Vázquez, Ordóñez…sería ya para nota.

Y, esto es lo que hay. ¿En que manos están? La mayoría escuelas taurinas. ¡Ole, por esos profesores! Y esas instituciones que no tienen presupuesto para vídeos, o simplemente ignoran la grandeza histórica de la tauromaquia en su condición de subalternos, la mayoría, más pendientes de un sueldo público que de formar a los chavales y enseñarles la historia reciente del torero (no hace falta retroceder a Manolete, Domingo Ortega, Luis Miguel, Lalanda, Bienvenida... ni a Joselito y Belmonte o El Guerra, Machaquito, Frascuelo o Pedro Romero)

Razón tiene la lapidaria inscripción de la Escuela de Madrid: “Ser torero es muy difícil, figura un milagro”. Y a la hora de la verdad todo cuenta, no solo pegar pases, mejor o peor.

¡Ole el arte!



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