Javier Núñez: “El balance de la temporada ha sido positivo, yo le pongo un notable, pero hay que mejorar varios detalles”

“El balance de la temporada ha sido positivo, yo le pongo un notable, pero hay que mejorar varios detalles”

“El toro que más me ha gustado y se ha acercado al ideal que tengo fue en Torrejón de Ardoz que le tocó a Ginés Marín”

Entrevista a Javier Núñez por Alejandro Martín Carabias...

Tenemos a uno de los ganaderos que está dando que hablar y muy bien tras una excelente temporada. Sobre todo con la corrida de Pamplona y el gran toro de la corrida concurso en Las Ventas de nombre “ Brasero”.

¿Qué tal? ¿Cómo estamos?

Todo bien. Aquí esperando a ver si llueve. Que no quiere.

Enhorabuena por el año.

Muchas gracias. La verdad que nos hemos escapado.

¿Qué nota le pones al año?

Soy más de fijarme en las cosas que no han salido bien, porque son las que te hacen mejorar. Pero el balance es positivo- Yo diría que ha sido una temporada notable, pero con detalles que hay que mejorar y evolucionado.

¿Cuáles son esos detalles que hay que evolucionar?

Fundamentalmente, en la preparación de los toros. Ha habido corridas que han estado un poco por debajo de lo que nosotros pensábamos. Principalmente va por ahí y es cierto que era una camada cortita de cara, por lo tanto, se basó principalmente, aparte de la aparición de Madrid, Valencia, Bilbao y San Sebastián que fueron toros sueltos, además de Pamplona, en plazas de tercera. Entonces, hay que intentar que dentro del número de animales ir a plazas de mayor repercusión con 2/3 corridas en plazas de primera. Y eso no se consigue de la noche a la mañana, porque es un proceso de selección. Aunque vayas buscando esa morfología, lo primero es el comportamiento.

Me imagino que se mejorará y veremos a La Palmosilla en lugares más importantes.

Tenemos una camada corta, porque ese año un toro nos dejó vacío un lote y un semental no dio bien, y quitamos todos los machos de ese semental. Pero, en principio, tendremos una temporada de pisar ruedos de máxima relevancia.   

Me imagino que te quedas con la tarde de Pamplona de este año.

Sí, por su significado o su importancia, por ser la Feria del Toro, porque el toro es absoluto protagonista de toda la semana, además de haber sido el triunfador compitiendo con ganaderías de primerísimo nivel. Es para estar satisfecho y responsabilizado para el año que viene. Y no me quiero dejar atrás el toro de Madrid en el concurso porque era el regreso después de 8 años, también el toro de Bilbao, que tuvo mucho eco, y el de Valencia, que se descordó en mitad de faena y apuntaba muy alto. La temporada ha sido notable.

Si te pido un toro, Javier, me imagino que será el de Madrid.

No, el que más se acerca al ideal o más me ha llenado al verlo embestir, me tengo que quedar con uno de Ginés Marín en Torrejón de Ardoz. Ese toro tuvo el tipo de embestidas que buscamos.

¿Cuál esa embestida?

Sobre todo, que tenga el denominador común de la profundidad. Una embestida humillada, brava, enclasada y con mucha profundidad, que es lo que provoca la emoción en el torero y público.

No sé si es el mejor momento de La Palmosilla.

Bueno, yo me acuerdo una camada del 2015 que sería en 2019 que fue muy buena. Yo creo que estamos en un proceso de evolución y se está viendo reflejado lo que se ha venido trabajando estos años atrás. La medida la da el toro en la plaza, ha sido buen nivel, pero hay que seguir mejorando. Ahora van a aparecer, dentro de cuatro o cinco años, sementales que se han sacado en la pandemia que tienen que dar un plus de calidad a la ganadería y se tiene que reflejar en la plaza.

¿La pandemia vino mal, pero supuso un impulso para refrescarla?

Bueno, la pandemia sido una faena, porque no se va a poder recuperar lo que se ha perdido. Pero, sí es cierto que nos ha permitido a los ganaderos poder sacar más sementales con una edad rozando los tres o cuatro años, que es una edad más cerca de liarse incluso de cinco años. Entonces, obviamente, y en nuestro caso tentamos de 2 a 3 años, la diferencia de edad con el toro es significativa y hacerla es tentando con vacas de cuatro años. Entonces, pierdes años de crianza, pero te aseguras más el resultado, aunque la genética es caprichosa porque no quiere decir que el toro bueno sea un buen raceador. Y eso me ha pasado este año. Hubo un toro que toreó Talavante excepcional y nos ha dado mal. Tuvimos que quitar al toro, a las 14 hijas aprobadas y todos los machos, que tenía 3 camadas.

¿Cómo puede ser eso?

En este caso, daba mucha humillación. Los hijos tendían a repetir, pero no todos. Ha habido buenos toros, pero ha tenido 4/5 hijos que la nota común daba que a mitad de faena desarrollaban sentido. Y eso no lo podemos consentir. Hay que ir a las plazas lo más seguro y cuando la gente habla de regularidad es debido a la limpieza que hemos hecho. Se hace una selección sobre selección.

¿En números?

Solemos tener unos 105 machos al año y para la temporada que viene tenemos 58 toros, entre ellos hay 14 cinqueños. Mira la limpieza, ha sido de unos 40/60. Y en otras camadas entorno al 40/50%. Y en la que viene va a ser una limpieza de un 30%, y ahí entra el toro feo, basto, irregular, el que ha tenido hermanos malos en vacas de desecho…

Me imagino que se ha vendido todo lo que entraba en sus planes.

Personalmente, me ha gustado la temporada, pero creo que no ha sido tan buena como la han cantado. Soy exigente y creo que hemos dado una pincelada, pero estamos lejos del nivel.

Y de cara al año que viene esas 7/ 8 corridas con la base de Pamplona.

Sí, a partir de ahí se darán las demás. Tanto Azpeitia y Pamplona se comportaron bien con nosotros en la pandemia y esperemos devolverlas toda la confianza que han depositado en nosotros. Ahora mismo estamos en negociaciones con otras plazas, pero se prevé una temporada interesante.

Dará cierta tranquilidad que se interesen en noviembre de cara al año que viene.

Sí, pero por experiencia cambia de un día para otro. Pero si la corrida del año que viene no sale bien, aunque tengamos cosas echas, te mandan al banquillo. Yo vivo la ganadería en un estado de alerta, porque tengo la experiencia de estar en el banquillo parado. Lo vivo con moderado optimismo, pero con realismo sabiendo que en cualquier momento puedes cometer un fallo y te mandan a casa.

¿A qué se debió ese parón?

Ese parón fue en 2016. Nadie nos compró un pitón y tuvimos que lidiarlo todo en Cádiz. Fue una combinación de dos cosas: hubo un problema sanitario que hizo que en Madrid pegáramos un petardo muy grande en 2014 y en 2015 hubo un problema con el pienso, provocando como una hepatitis y hacía que los toros no rindieran. Y eso hacía que en todas las corridas nos echaran toros para atrás. Por lo tanto, las empresas no dan garantía y no cuentan contigo. Afortunadamente, se solucionó y desde 2017 nos han echado un toro a corrales, uno que se partió el pitón en Pamplona en 2019 y en Sevilla uno que no estaba preparado y tuvo que remendar la corrida. Ahora mismo, la ganadería no ha vuelto a acusar esa endeblez.

¿Han llamado a la puerta desde La Maestranza?

No, no nos han llamado. Y viendo las ganaderías que se están barajando, prácticamente tienen la temporada planteada. Estamos ahí, la plaza no se va a mover y en el momento que muestren interés, estaremos ahí. Ahora mismo, me ilusiona el debut en Francia y era un objetivo que teníamos: tener presencia en el mercado francés. Estaremos en un par de plazas importantes de Francia.

También hay que decir que en Francia se paga bien.

Hay plazas mejores que otras. Al final, las plazas son buenas, si el público acude. En Francia parece que el mercado está mejor saneado y tiene otra forma de funcionar. Y tiene una cosa muy buena: toro que se embarca, toro que se lidia. La estructura es muy buena, compran las ganaderías que les interesa y luego se apuntan los toreros. Cosa que veo positivo. Si Dios quiere, estaremos allí.

Para ir concluyendo, poca agua ha caído este otoño.

Nada, quitando el norte de Sevilla y el sur de Extremadura. Aquí está el contador a 0. Parece que va a llover un poco pero no llega los 20 litros, cuando hacen falta 150/200. Y eso provocará un incremento en los costes del ganado y un retraso en la aparición de la otoñada. Y, aquí, en un año normal, los animales deberían de estar comiendo del campo. Y yo creo que no habrá comida en el campo hasta febrero, entre que los días son más cortos y lo que lloverá.

Más problemas para el ganadero.

Bueno, son cosas que debemos de tener en cuenta los ganaderos. Hay que guardar en el año bueno para los años malos. Pero se junta un otoño seco con los incrementos de los costes. Es lo que hay. Es cíclico, espero tener una buena primavera para que se arregle el verano y el otoño que viene. Ahora, estamos tirando de la buena primavera porque almacenamos mucho forraje y el ganado está bien mantenido.

¿Cuál sería la plaza que le gustaría debutar en 2023?

Hay plazas que no hemos ido. Tengo ganas de ir a Bilbao, Ronda… Dax y Nimes me hacen mucha ilusión. Y la que más ilusión me haría sería Barcelona, eso sería la leche.