​Divorcios taurinos

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PJC. COPIA

EDITORIAL PROGRAMA LA DIVISA DEL 10 DE OCTUBRE 2022

PEDRO J. CÁCERES


Divorcios taurinos 


No ha terminado, aun, la temporada y ya se van anunciando, en cascada los divorcios, rupturas de toreros con sus apoderados, taurinos. 

Daniel Luque, Rafaelillo, Sergio Serrano, Andy Cartagena, Damián Castaño son los que más prisa se han dado en anunciar su decisión de cambiar de aires. 


De todos ellos ha sorprendido el de Luque con Zúñiga en una temporada cumbre del torero sevillano que ha basado su status de torero del año en una impresionante hoja de servicios en España y Francia en 2022. Sin duda uno de los “toreros del año”, Madrid y Sevilla incluidas. Cierto es que pese a ello hay empresarios que se resisten a darle su sitio de figura del 2022 y que ha sido en plazas de su apoderado donde doblando actuación y, ahí sí, compartiendo cartel con las máximas figuras tradicionales, dándoles réplica -y a veces un repaso- se ha ido labrando la admiración y el respeto de todos.  


Sergio Serrano se desvincula de Manuel Amador en la que quizá ha sido la temporada de su consolidación como espada a tener en cuenta cara a 2023. 


Lo mismo que Rafaelillo, rompe con Martínez Erice, que, en la temporada del reencuentro, tras el cornalón de Pamplona y los dos años de pandemia, no ha dejado indiferente a nadie allí donde se ha anunciado que, por cierto, no han sido pocos festejos para cómo está la cosa. 


Los casos de Andy y Damián Castaño pueden ser, creo, por insatisfacción sobre la cantidad y calidad de las corridas toreadas, que quizá para el rejoneador y el torero no hayan cubierto las expectativas creadas cuando unieron sus carreras. 


En cualquier caso, como siempre, las rupturas son amistosas y tanto toreros como apoderados, se desean, mutuamente, suerte cara al futuro. 


Ninguno ha anunciado nuevo apoderamiento, disfrutando de su soltería por un tiempo, y esperando pretendientes -dejándose querer-. Aunque en el caso de Luque, “radio macuto” le instala con el dueto Ramón Valencia-Matilla, con los que, a lo mejor, el torero entiende hubiera tenido un final de temporada más redondo estando en San Migue, la Feria de Otoño y Zaragoza, amén de las plazas de Chopera-Bailleres. 


Serrano, además de Madrid, quizá esperaba estar en Otoño, ha tenido en Amador un apoderado con varias plazas manchegas donde no ha faltado y sobre todo haciendo doblete en su tierra, Albacete. Si bien en una corrida mixta remedo de mano a mano (Talavante) y otro de tal guisa con la de Victorino (Rubén Pinar). 

Ídem de ídem, Rafaelillo, que culminó su esperado 25 aniversario en Murcia en duelo con Ferrera ante “victorinos” sin entrar en los carteles estrellas. 


La gente te pregunta, en los diferentes casos ¿Qué ha pasado? Y aunque cada collera es un mundo, uno en su atrevimiento, sin duda, es posible, que equivocado, tira por la calle de en medio: “las liquidaciones”. 

Ahora, con los futuros nuevos mentores, habrá que espetar aquello de “no digo que me lo mejores, pero, al menos iguálalo”.  


Casos hay, muy recientes, de arrepentidos, como los quiere Dios, pero no confesos. Y para eso cabe el recurso taurino de “en mi hambre mando yo” 


Suerte a todos. 




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