Joaquín Galdós;" Conocer la ganadería facilita el indulto"

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Joaquín Galdós;" Conocer la ganadería facilita el indulto"


El toro me encanto,,tenía una morfología perfecta para embestir, Me encanto en el capote. Cuando vi que tenía casts, ,que no paraba de embestir,en la segunda tanda sabia que tenía clase.y que podía ser de ndulto.

Me permitió darle tandas de muchísimos muletazos,,por abajo, exigiendo y en la distancia larga,y la gente vibró con la faena

El ser torero se nace y se hace

Creo que tenemos que estar en las redes,creo que la figura del torero aislado queda en el pasado,porque la gente hoy en día lo ve todo



ENTREVISTA JOAQUIN GALDOS

Por Rosi Fernandez Varea


Después de ese indulto a “Alambrisco”, toro de El Pilar, pudimos compartir con el matador de toros Joaquín Galdós unos momentos para preguntarle como se sintió, como lo vivió y nos lo contaba así:

 Lo primero desde La Divisa, darte la enhorabuena por ese indulto en Tobarra.


Pues, gracias, muchas gracias, por estar siempre pendiente de mi carrera.


¿Qué tal? ¿Cómo estás? ¿Qué nos puedes decir de este pasado 31 de mayo, de ese indulto de “Alambrisco”?


Pues fue una  gran alegría, otra vez, primero por volver en este año tan difícil. El año pasado ya fue muy difícil, pero  este año,  empezar la temporada un 31 de mayo, después que desde diciembre  no me ponía el traje de luces… Y bueno, volver así, la primera toma de contacto con ese toro, con esas cualidades y sentirme tan  acoplado con él desde el primer momento... La verdad es que es una alegría, y se ve recompensado  todo el trabajo del invierno. Y, bueno, también una alegría compartida por los  ganaderos que van a tener un grandioso proyecto de semental en su casa.


 No es la primera vez que indultas un toro, y además de la misma ganadería. Y no es solo eso, además, en menos de un año.


La verdad es que sí. Ha sido muy raro, en mi carrera solo había indultado un novillo en Arnedo, de novillero, y un toro en Riobamba, en Ecuador, y otro en Perú. Y ahora, justo en tiempos de pandemia, he indultado 4 toros ¿no?, 3 toros aquí en España y 1 en Ecuador -también en diciembre- en Latacunga. He toreado 6 festejos en la pandemia y he indultado 4 toros, creo que, no sé si se habrá repetido en la historia, ¿no?, pero bueno, creo que tampoco es casualidad. Como siempre lo he dicho, los ganadero, tienen las cabezas de las camadas que iban a lidiar en plazas de mayor responsabilidad, toros  con trapío, toros con grandes notas, de los mejores, de sus mejores sementales, de sus mejores vacas y se están lidiando en plazas de tercera; así, pues, cuando la gente ve esos toros se vuelve loca y pide el indulto. Por mi parte quiero ser todo lo modesto del  mundo pero, realmente, siempre he sentido que me he acoplado con ellos, me he visto  a buen nivel y he podido lucir esa bravura. Muchas veces te encuentras también con un toro de grandes cualidades pero, por lo que sea, te pilla a ti en un peor momento y la gente no pide el indulto. Pero en las cuatro ocasiones la petición ha sido unánime. Entonces, era un auténtico loquerío lo que había en la plaza. Y la presión, la presión por parte del público a el presidente era brutal.


¿Cuándo percibiste, que podía ser de indultó?


La verdad es que en la segunda tanda. Primero lo vi salir, y me encantó el toro. Tenía una morfología perfecta para embestir. Y me encantó lo que hizo en capotes. Pero tú realmente no sabes el fondo, lo que va a sacar en la muleta hasta que no lo coges en la muleta, hasta que  no le pegas la primera tanda o la segunda. Y cuando vi el empuje y la repetición que tenía el toro, la casta, la fuerza y que se arrancaba de lejos y que no paraba de embestir…en la segunda tanda sabía que el toro iba a mantener esa movilidad durante toda la faena, porque el toro tenía una bravura casi desbordante. Entonces, lo que pasa es que, como tenía aparte esa clase y esa fijeza en  los trastos, me permitió darle muchísimos muletazos  por abajo, exigiéndole y luciéndolo también en la distancia larga. Y, bueno, la gente vibro  con la faena. Y era innegable que lo iban a  empezar a pedir y, ya sabía, desde la segunda, tercera serie, que al toro se le iba a pedir el indulto.


Toro de “El Pilar” ¿que tienes con esta ganadería que no es el primer indultó en ell?, ¿eh? ¿Tenéis algo ahí, entre manos? ¿Os conocéis mucho?


Sí, verdad que tengo suerte . Es verdad que las ganaderías es fundamental conocerlas. Creo que el rendimiento que luego das con ellas es mucho mayor cuando las conoces ¿por qué?, no porque luego sea más fácil o más difícil torearlas, sino en el planteamiento de la lidia. Ahí hay pequeños aspectos a los que tienes que apostar por los animales. Algunos animales tienen sus peculiaridades de salida con el capote y te tienes que adelantar un poquito a lo que te puedan hacer luego en la muleta. Porque sí, sí, si yo no lo hubiera visto claro, a lo mejor no me hubiese ido a los medios con el toro desde primera hora, y yo si pude ver que el  toro en los medios me iba a embestir muy bien y desde primera hora. Entonces hay algunos aspectos en los que,  conociendo la ganadería, desde que el toro sale, te está mandando algunos mensajes con sus embestidas y ya eres capaz de sacar un rendimiento mayor con los toros. En toda la historia del toreo, las grandes figuras cuando se han acoplado a una ganadería, la han matado mucho y han hecho cosas que a lo mejor otros toreros no hubieran podido llegar hasta  ese punto por no conocerlas. Y, en mi caso, tengo la suerte de que la familia Fraile me  ha tratado muy bien desde siempre. Tomé la alternativa con esa ganadería  y  las últimas dos corridas que he matado he indultado a dos toros. ¿No? Lo que no te puedo decir que el día de mañana no me salga uno que no embista y se dé mal. ¿No? Pero, gracias a Dios, han caído en mis manos dos grandes toros,  y he podido estar a la altura de ellos.


 Naciste en Lima, peruano, pero resides en Salamanca. ¿Cómo y por qué viniste a España?


Mira, yo vine a España a los 17 años, cuando terminé el colegio, y la verdad es que he estado un poco por todos lados. Tengo esa peculiaridad de que no me ata ninguna tierra porque como no he nacido aquí, según mi vida profesional me lo ha pedido me ido moviendo. Cuando estaba en la escuela de Málaga viví dos años en Fuengirola con Fernando Cámara, que era el maestro de la escuela. Luego me vine a vivir a Madrid de novillero. Luego, cuando me apodero José María Garzón, me fui a Sevilla, para estar cerca de él, y  estar cerca del Niño de Belén entrenando, yo para arriba, para abajo, estuve en Sevilla un par de años y la verdad que la última época me apetecía estar un par de inviernos en   Salamanca porque siempre había escuchado que muchos toreros echaban sus inviernos allí y hay muchas ganaderías, y bueno, un poquito aguantándose el frío ,pues tiré para allí; también por Julián Guerra, que me apodera ahora y también está muy cerca de mí, y bueno, pues tengo esa facilidad de ir adaptándome a cada sitio y creo que es bonito, porque de cada tierra y de cada sitio vas mamando cosas de su gente, de su ganadería, de los profesionales, y creo que, en ese sentido, cada vez que he venido a algún sitio me he ido enriqueciendo.


Hijo de  matador de toros y ganadero. ¿Cómo decidiste ser torero?


Mira, la verdad es que yo creo que es una cosa que se nace y se hace. Pero yo creo que hay veces que también, esa vocación, hay que alimentarla. Desde niño tengo vídeos y me gustaba disfrazarme de torero; torear con las toallas, con todo.  Lo que pasa es que esa vocación  se duerme un poco en la época que estás en el colegio, porque  la gente de tu edad hacen otras cosas. Te absorbe un poco, ¿no?, sin querer, como todos los niños quieres ser futbolista, quieres salir de fiesta con tus amigos,  quieres estudiar una carrera por qué es lo que  todo el mundo hace ¿no? Hasta que coges un poco de madurez y piensas  un poco en tu futuro, piensas en lo que realmente quieres ser, y  tomas esa decisión de salirte  un poco de  lo normal “entre comillas”, de escuchar lo que realmente tú quieres ser. Pero llega un momento, ahí, como que el miedo te invade, porque sabes que es una decisión muy difícil, sabes que es un mundo muy peculiar, sabes que los toros matan, hieren, y es un paso difícil de dar. Creo que ha sido la decisión más valiente que he tomado en mi vida. Y, en un momento, decidí dejarlo todo por lo que realmente siempre has querido pero nunca había tenido la valentía de dar el paso.


¿Cómo describes tu toreo?


Pues, la verdad, es que va cambiando con el tiempo. Yo creo que la esencia se mantiene. La expresión de uno, toreando, siempre es la misma; la pasión y la forma de expresarlo. Pero es verdad que vamos como buscando distintas cosas año a año. Un torero con cinco años de alternativa, que voy a cumplir ahora, todavía está un poco en formación. No soy un torero que tenga absolutamente su tauromaquia definida pero me gusta el toreo clásico, me gusta el toreo a la verónica, me gusta torear  con la mano izquierda y lo más despacio posible. Con las formas, pues, como se toreaba, de alguna forma, en tiempos pasados. En los años 80, 90, ha habido toreros extraordinarios que son  grandes espejos míos, y me gusta ese toreo. El toreo de toda la vida. De salirse con los toros hacia afuera, de darle importancia a todo lo que se  hace y, sobre todo, de lucir un poco al toro, de no reducirlo. A veces, de tanto poder y tanto dominio, el toro queda  en un segundo plano y a mí me gusta, al toro, darle su tiempo, sus espacios, para  lucir la embestida y la profundidad de embestir al toro en su máxima expresión. No me gusta tampoco acortar las distancias de golpe. No te sabría exactamente definir, pero también hay que  acoplarse a muchos toros. Pero, así es el  toreo que me gusta. El toreo por abajo, despacio. Recorrido largo y reunido. Y,  sobre todo, buscar la verónica, el natural, reducir la embestida y eso es lo que más me llena por encima de todo, lo cual no significa que en algún momento, un día, te puedas ir a  la puerta de  chiqueros  o echarte de rodillas. La pasión te lleva a hacer cualquier cosa. Pero lo que más me gusta, y la faena que sueño, es de esta forma que te la he descrito.


¿A un chico, joven como tú, le interesan las redes sociales? ¿Piensas que los toreros, deberían estar o deberíais estar más expuestos a ellas?


Sí, yo creo que sí. Yo creo que la  figura del torero aislado, que no se le vea, quedó en el pasado. Porque la gente hoy en día lo ve todo. Yo me acuerdo , cuando yo era chico, cuando llegaban las figuras del toreo a la plaza de toros de Acho , en Lima, que era la única feria a la que venían las figuras, nos íbamos todos, mi familia y yo, corriendo para verlos salir de la capilla hacia la plaza a ver si los podíamos tocar,¿ no? A ver si podíamos tocarle un brazo a un torero porque no los veíamos. Hoy en día que todo se ve, por el canal Plus, que lo tenemos en Perú, veo toda la temporada. Cuando yo tenía 15, 16 años, lo veía, lo veía que les entrevistaban. De alguna forma estamos en un tiempo donde el torero es más cercano y debe ser más cercano para que la gente te coja ese “filin” y la gente ya no, ya no quiere a una persona distante, lejana, que ponga esa barrera. Creo que hay que estar cerca de la gente. Lo que sí en su justa medida y respetando un poco, el rito y la seriedad que tiene la profesión. Pero luego, fuera de ella, en la calle, creo que los toreros tienen que dejarse ver, tienen que dejarse entrevistar, estar en los grandes actos culturales y en los grandes acontecimientos que haya a nivel del país y que tengan representación. Que el pueblo los conozca. Un torero tiene que parar en una gasolinera, una figura del toreo y ...la gente tiene que pedirles fotos ¿no? No puede ser que haya 200 futbolistas súper famosos y que toreros haya dos. Creo que los toreros de alguna manera tenemos que salir a la luz y, por supuesto, ser famoso. Creo que las grandes figuras del toreo deberían se, tan famosos como los futbolistas.


La verdad, estoy de acuerdo contigo, y ojalá sea así, porque creo que también beneficia a lo que a todos nos gusta y nos une, que es el amor por el toro y la tauromaquia. Muchísimas gracias, Joaquín, por tu tiempo y sinceridad. Desde La Divisa, la más sincera enhorabuena y desearte todo el éxito y triunfos en esta temporada y próximas.


Muchísimas gracias a ustedes por todo, por la labor que hacen, por la fiesta y por siempre estar pendientes de mi camino. Espero que podamos hablar muchas veces y que sea por cosas buenas.


Ojalá así sea.



Muchas gracias. 



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