Recordando a Mario Cabré

Buenas noches

El minuto de Barcelona y continuando con los toreros famosos catalanes, hoy queremos recordar a MARIO CABRÉ personaje polifacético y muy famoso, quizás más por su vida polifacética que en el mundo como torero; actor de cine y teatro, presentador de televisión y, sobre todo, por sus amoríos con grandes estrellas internacionales del mundo de la pantalla de entonces. en todo fue un fenómeno, pero en nada fue figura; probamente al no estar centrado en una profesión concreta.

MARIO CABRÉ ESTEVE nació en Barcelona En 1916 y falleció el 1 de julio de 1990 con 74 años. Para centrarnos en su vida torera podemos comentar que MARIO CABRÉ inició su carrera siendo un niño en la barcelonesa plaza de Medinaceli. Empezó a torear en el año 1934 con el apodo de Cabrerito debutando en la plaza de toros Monumental de Barcelona un 23 de septiembre de 1935 y se presentó en Madrid el 10 de agosto de 1941.

Tomó la alternativa nada más y nada menos que en la Maestranza de Sevilla de manos de Domingo Ortega y el Estudiante como testigo el 1 de octubre de de 1943 con el toro “Negociante” de la ganadería de Curro Chica. La confirmó en Madrid el 8 de enero de 1944 con Domingo Ortega de padrino y Antonio Bienvenida de testigo en una corrida benéfica del entonces Sindicato Nacional del Espectáculo Taurino, el toro se llamaba “Cantito” de la ganadería de Vicente Muriel.

MARIO CABRÉ, como torero, intervino en los 5 años posteriores a su alternativa en unas 300 corridas de toros, sufrió 4 cornadas graves y muchos percances de menor importancia, uno de estos cuando rodaba la película “El Centauro”.

 Su etapa como matador de toros fue muy irregular, torero muy elegante y gran dominador del capote, en especial las elegantes y poderosa verónicas. Se retiró en 1950, reapareció en 1957 y la retirada definitiva fue en el año 1960 el día 9 de octubre en Palma de Mallorca en una corrida extraordinaria con Antonio Bienvenida y los catalanes Joaquín Bernardó y José María Clavel.

Fue un personaje muy especial, elegante, rebelde, bohemio, culto y orgulloso de ser torero como declaro una vez: “ser torero y catalán es equivalente de ser torero dos veces” Después continúo su vida como actor, presentador de televisión y, sobre todo, conquistador de mujeres guapas y famosas. Todo un gran personaje.

Manuel Salmerón desde Barcelona para La Divisa.es