Andrés Caballero: “Que Diego Ventura pensase en mí fue tocar el cielo con los dedos ”

El nuevo apoderado de Diego Ventura habla en La Divisa del planteamiento de temporada del rejoneador. 

No había finalizado el año pasado cuando saltó la sorpresa, que era la ruptura de la máxima figura del toreo a caballo en este momento, Diego Ventura, con Pablo Lozano. Supongo que ha llamado todo el toreo y al final Diego optó con una independencia con un matador de toros muy experto en los caballos, Andrés Caballero. Buenas noches.

Buenas noches.

Mi más cordial enhorabuena. Me ha alegrado mucho la noticia.

Sí, que la máxima figura del toreo a caballo con una trayectoria y una hoja de servicios intachable haya decidido que vayamos trabajando de la mano es muy importante.

Como corresponde a una gran figura del toreo, la cosa no se pone fácil, porque uno tiene que defender su status.

Sí, la defensa de una figura máxima del toreo es bonita pero tiene trabajo e inconvenientes. Yo lo tengo que defender a él, que es mi hombre, siempre respetándole la categoría, los carteles y los toros que tiene que torear.

De momento, la guerra ha comenzado: ni Valencia ni Olivenza.

Yo sabía que algún sapito nos teníamos que tragar. Lo de Olivenza coincidió con Illescas, y Maximino es amigo y me llamó como no había ido estos años Diego. Coincidió con Olivenza. Y de lo de Valencia fue una cosa que se habló con Simón Casas y en principio era un cartel en el que no cabía Diego por su status.

Sevilla, ¿cómo está?

En conversaciones con Ramón Valencia.

Diego Ventura es una máxima figura del toreo. No quiero hacer excepciones

Supongo que ya queda poco margen para gestas, ¿cuál es el planteamiento de temporada?

Él es una persona que siempre le está dando a la cabeza. Yo no pensaba que tuviera tanta inteligencia en ese aspecto, de marcar su trayectoria y sus planteamientos de temporada. Matará seis toros en Arles, con varias ganaderías como Miura o Prieto de la Cal. Él siempre está buscando el beneficio del público y de traer espectadores a la plaza. Siempre quiere mirar al más allá.

¿Cómo se fraguó el apoderamiento?

Él es un hombre muy callado, que piensa mucho las cosas. Yo soy muy amigo de él hace mucho tiempo, nos compenetramos mucho con el tema de los caballos. Él me ayudó cunado apoderé a Leonardo a entrar en ferias y en puestos de élite. Teníamos roce, él veía la forma de luchar y de llevar las cosas y decidió llamarme. Fue una sorpresa para mí: fue tocar el cielo con los dedos y estoy como un niño con zapatos nuevos. Si no me tocó la lotería en Navidad, con él me ha tocado.