Resurrección en Sevilla ¿qué será?

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EDITORIAL (PROGRAMA LA DIVISA)

PEDRO J. CÁCERES

PJC.N


Resurrección en Sevilla ¿qué será?


Por fecha y por triunfos el Domingo de Resurrección sevillano, no por el festejo en sí pero sí por lo que significa en la primavera de la temporada, tiene tres justos nombres: Juli, Roca Rey y Aguado. Justos porque entre los tres suman una docena de orejas en 2019 en el Baratillo, la segunda plaza más importante del país. Que finalmente será lo que los despachos quieran. Pero el que debería y el que sería justo es el cartel que es.


Juli es siempre Juli. Cuando se producen todas estas circunstancias alrededor de la contratación de un torero como Julián hay que esperar siempre lo mejor del matador, porque su orgullo profesional y personal, su capacidad de acometer casi cualquier cosa y hasta su soberbia por reconocer sus propias cualidades como incontestables lo hacen extremadamente peligroso para cualquier rivalidad y extremadamente atractivo para el expectador. Ese es El Juli. Y por eso, y por su Puerta del Príncipe hace nueve meses, es eje de Resurrección.


Caso Roca Rey: Fallas, la mecha; Sevilla, la explosión. Andrés es el torero que todos están esperando y él es consciente de ello. Es lo que implica ser una figura del toreo, completamente contrastada, y además al que la empresa debe cuidar por ser su poderdante. Juntar su nombre con el de Adolfo en el mismo cartel dio el fruto esperado y el 'No hay billetes' fue inevitable desde antes incluso de anunciar el cartel completo.

La gran atracción del momento, el torero que todos los públicos quieren ver y, en la actualidad, el que más público mete en las plazas por su arrojo, su seguridad y su compromiso, con él mismo, con la profesión y con el espectáculo, del que sabe como fomentarlo y cómo llenar el escenario haya o no haya opción de triunfo.Y el año pasado estuvo a punto de cortar un rabo en esta plaza...


Se rumorea que la ganadería será la de Garcigrande, enorme hierro que ,además, es el de cabecera de El Juli y con el que Roca Rey consiguió en el pasado grandes triunfos para haberla obviado recientemente ¿porqué? Pero que ahora parece que le apetece lo que no ocurre con los mentores de Aguado que irán a verla pero con reparos. Ojalá no se entienda como un sándwich para mosquear a Aguado y que este no abdique.


Por su parte, Aguado es el torero más esperado en esta plaza desde que el pasado año silenciase de cuajo el ruedo maestrante solo para ver interpretar el toreo al torero con más personalidad y sello que pisó La Maestranza la pasada temporada. Vertical, desmayado, poderoso y sutil a la vez, la sensibilidad de Pablo era para degustar muy despacio. Y para estar en Resurrección porque Aguado es el paradigma del toreo imperfecto para los tiempos modernos, porque es en corto y en profundo, te saca la barriga por la boca, es distinto, es el que debe existir en un escalafón para torear 25 al precio de 60. Y de esos hay muy pocos.


El cartel será el que sea, pero la justicia hace que estos tres nombres deban ser la base. Luego el toro ¿lo descompondrá?… o no. Tampoco hay razones de peso.

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