Ángel Jiménez, oreja al natural en La Maestranza

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TEXTO: EMILIO TRIGO / FOTOGALERÍA: PAGÉS


Ángel Jiménez, Francisco De Manuel y Alejandro Mora componían el cartel de la primera novillada con picadores del abono en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla durante esta temporada. Se lidiaba un encierro de El Parralejo para la ocasión.


La ventosa tarde la abrió el utrero ‘Jimio’ -con echarás de torito- al que Jiménez fijó en su capote con un tanteo inicial. No hubo recibo lúcido por la falta de colaboración en la embestida del abreplaza. Un castigo medido en varas y a otra cosa. Un balancín en la lidia dificultó aún más la acometida deslucida del primero. Este tiraba la cara arriba en cada encuentro con los toreros. Brindis al público. ‘Jimio’ cambio radical al quedarse sólo con el astigitano puesto que su embestida dejos de ser protestada resultó pastueña. Una acometida hunilladora, entregada y dulce por su tranco y por su nobleza con la que compuso una bonita faena el joven sevillano. Ángel Jiménez toreó muy despacio y sentido por ambos pitones interpretando el muletazo con gran sentido del pulso. Se gustó en un quehacer de buen nivel -la música sonaba- donde el natural destacó en el conjunto de una faena primorosa y bien estructurada en tiempos y alturas. La oreja estaba en el bolsillo pero el atasco a espadas con aviso incluido diluyó cualquier trofeo. Palmas al novillo e incomprensiblemente silencio al espada.


El segundo, primero del lote de Francisco de Manuel, también muy rematado. A ‘Sevillano’ le soltó las muñecas en un recibo sentido a la verónica en las que ganó terreno a cada lance. La tarjeta de presentación fue importante. El segundo se comportó en el último tercio igual que hizo en la lidia , protestón y soltando la cara en el paño rojo. De Manuel mantuvo siempre la firmeza como puntal de su labor pero a veces le sorprendía la tralla de su oponente. Mal estilo y reposición en su acometida que no dejaba componer al madrileño. Oficio y solvencia se impusieron ante tanta brusquedad. Silencio tras aviso.


‘Infortunio’ el tercero, un novillo despegado del suelo y serio por delante. Mora saludó con decoro a su oponente con un buen estilo a la verónica. El tercero se apoyó mal en varias ocasiones y perdió el equilibrio durante la lidia por lo que midieron el castigo equilibradamente. Alejandro Mora sin ahormar una labor continua sí manifestó su concepto clásico en la interpretación de sus formas ante un utrero con movilidad pero sin entregarse nunca de verdad. Bien Mora que superó el examen maestrante en su primero. Media en buen sitio de rápido efecto. Ovación con saludos.


‘Iluminado’ un colorado ojo perdiz que saltó en cuarto lugar y que no dejó nada para el recuerdo en los primeros tercios. Brindó al ganadero Ignacio González. Este novillo hizo las cosas bien en la muleta y repitió con claridad en la muleta del novillero de Écija. Jiménez fue obrando una faena de muchos enteros -mejor por el izquierdo- hasta romperse con su antagonista. Tejió un toreo arrebatado con bonitas formas y mucha expresión en cada serie ligada a derechas. El toreo fundamental fue precioso -muy sentido- pero el natural rompió los cánones. Con la zurda lo cosió a los vuelos y lo llevó muy largo, mientras metía riñones y acompaña con la cintura. Crujió la plaza como en las grandes ocasiones porque allí había toreo del caro ante uno que se entregó con mucha clase. El natural de muñecas rotas inundó el albero maestrante. Estocada, aviso y descabello antes de recibir un apéndice.


‘Opresor’ fue un novillo apretado de hechuras que resultó de poco juego. El quinto se fue diluyendo poco a poco por su baja raza y embestida insulsa. Un astado que pasaba por allí sin decir nada en la muleta del madrileño. Deslucido a más no poder. De Manuel tiró de oficio y tesón para justificar su ilusión sin que aquello levantara vuelo nunca. En el epílogo se pegó un arrimón muy sincero antes de cobrar una buena estocada.

Cerraba plaza ‘Portavoz’ un utrero alto de cruz con el que no hubo gran cosa en los tercios iniciales. Se movió sin definirse antes de llegar al último trámite. Este, tuvo varias arrancas muy francas con las que se acomodo Mora y compuso con expresión. Un novillo que protestaba porque no quería atosigamientos puesto que protestaba. Mora volvió a lucir buenas formas pero sin explotar nunca su labor. Al final el toreo al natural con la diestra -sin estoque- quedó algo trabado. Faltó entendimiento entre ambos. Pinchazo, estocada baja y aviso. Silencio.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Novillada de abono. Media plaza.

Novillos de El Parralejo.

Ángel Jiménez, silencio y oreja.

Francisco De Manuel, silencio tras aviso y

Alejandro Mora, ovación y silencio.

Cuadrillas: Saludó en el quinto Iván García

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