​¡Que viva el Perú, señores!

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EDITORIAL (Programa "LA DIVISA" del 10 de diciembre ,2018)

Pedro J. Cáceres


¡Que viva el Perú, señores!


Que viva el Perú, señores, es una hermosísima canción que bien podría ser el himno nacional de la República.

Les leo, antes que recitar, algunos párrafos:


“Desde que era niño aprendí a querer
esta tierra hermosa que me vio nacer
y aprendí la historia de mi gran nación
que llena de gloria nuestro corazón.

¡Y aprendí, aprendí, aprendí...!!!


Que el Perú es Machu Picchu y es el Señor de Sipán como las líneas de Nazca y las ruinas de Chán Chán, Paracas, Chavín de Huántar, los Mochicas y los Chimúes. los Waris, Vicus y Huancas, orgullos de mi Perú.
País de hombres y mujeres de irreductible valor
del Imperio de los Incas y el grito libertador.
de Junin y de Ayacucho, Dos de Mayo en el Callao
Perú es Alfonso Ugarte, Bolognesi y Miguel Grau.
Que viva el Perú señores, que viva la vida entera
que vivan nuestros colores, arriba nuestra bandera.

Porque soy peruano, yo vivo orgulloso
de mi suelo hermoso, de mi patria entera que linda mi Costa y mi cordillera
arriba la Selva, de todas maneras.

Que viva el Perú señores, ¡Viva el Perú...!!!”


Bien, pues es de sugerir que en una nueva versión, actualizada, además de incluir al Premio Nobel ,Vargas Llosa, se incorporen a las celebridades peruanas dos toreros: Roca Rey y Joaquín Galdós.


Lo de Roca Rey no necesita, por obvio, mayor argumentación que vocear, a los cuatro vientos, que es una primerísima figura del toreo pese a su juventud (22 años, recién cumplidos) y su corto bagaje, apenas 3 temporadas completas.

Lo de Galdós, tras conseguir el prestigiosísimo Escapulario de Oro fallado el domingo, tras finalizar la Feria del Señor de los Milagros en la que Roca Rey acabó con el cuadro en pletórica tarde triunfal, no es producto del paisanaje, ni una concesión clasista, al hermano “pobre” del toreo peruano, sino una evidencia que el toreo universal tiene dos toreros del Perú para rivalizar en la cabeza del escalafón, y no sólo a nivel doméstico.


Ya venía avisando, aunque su carrera es más pausada que la vertiginosa de su compatriota y amigo. Todo empezó, fue un gran impulso, el año pasado cuando amenazó el Escapulario ganado por Andrés en reñido y discutidísimo fallo.

La temporada 2018 en Europa (España y Francia) ha sido de éxitos continuados que han tenido repercusión, antes que pasar desapercibidos. Ahí está la estadística. Tan sólo le ha faltado suerte en sus 3 toros en San Isidro y que los empresarios de las grandes plazas se enteren.


Hacía mucho tiempo, tendríamos que remontarnos al siglo XX, y no en sus postrimerías, donde un país de la América taurina no aportaba a La Fiesta una collera que galvanizara tanto una afición como la limeña, con extraordinario pedigrí y gran respeto por parte del sector taurómaco a nivel mundial.

Uno ya ha llegado a encaramarse en el top del escalafón y el otro apunta. Uno, por lo “criminal” y el otro va por la vía “civil”, pero apuntado maneras.


¡Que viva el Perú, señores!

Va por vosotros ¡toreros!, ¡torerazos!


Si lo desean escuchen esta preciosa canción, un himno nacional en toda regla….

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