Rubén Pinar, tras el cornalón de Madrid: "Son cosas que forman parte del toreo, hay que asumirlo y lo recordaré como un suceso bueno y necesario para una trayectoria como la mía"

|


IMG 20181014 004614


Voy bastante mejor pero debido que la cornada es bastante extensa tengo ratos febriles, pero son cosas normales y hay que ir aguantado el tirón poco a poco.


Nunca quieres que te coja un toro, pero, bueno, los accidentes también ocurren y el otro día en el pase de pecho me arrastró un poquito con las manos me derribó hizo presa y no me pude escapar.


Tan grave no quería que fuera a ser, seguí por ello, aunque me dolía la pierna no creía que me había calado tan hondo, tiré pàlante le pegué dos series más al toro, lo maté ….pero cuando llegué a la enfermería y posteriormente en el hospital con lo que me dijeron me preocupe un poquito. Pero en primera instancia no creía fuera tan grave.


Si tiré p’alante es porque me sentía y me veía con fuerza por lo menos para aguantar pegarle dos o tres tandas más y matarlo, más o menos bien, luego lo pinché, pero sí que me veía, si yo hubiera visto que no podía, o me hubiese venido abajo no hubiese seguido.


Pero creo que tiré para adelante porque me veía y aunque bastante dolorido luego sentí satisfacción personal y me quedé contengo conmigo mismo porque son como barreras que uno va superando y también hace falta muchas veces tirar adelante y superar esas barreras para uno luego ganar en fortaleza interior que te ayudan también.


Al llegar a la enfermería le dije al doctor que me dolía mucho el glúteo y me dijo D,Máximo que eso es que el pitón aunque te haya cogido abajo ha llegado hasta arriba y con tu peso el destrozo es importante. Pero a pesar de los grandes destrozos el que no haya lesiones graves basculares es para estar agradecido.






Fue el 12 de octubre y corrió un escalofrío por todos los que veíamos la corrida fin de temporada en Madrid. Pinar, que venía de protagonizar su séptima salida a hombros consecutiva en Albacete, estaba cuajando al toro de Partido de Resina y sobrevino la cornada. Tuvo el valor de mantenerse hasta matar su toro para luego pasar a la enfermería muy grave. Este mediodía se recupera en la clínica San Francisco de Asís. Buenas noches, torero.


Buenas noches.


¿Cómo estás?


Poco a poco, mejor. La cornada es bastante extensa. A veces me pongo afebril, pero son cosas normales. Poco a poco hay que ir aguantando el tirón.


Cuando se está cuajando un toro con posibilidad de triunfar, duele más.


Sí, los accidentes ocurren. Me arrastró más los cuartos delanteros en un pase de pecho, me hizo presa y no me pude escapar. Eso forma parte de lo que es el toreo, hay que asumirlo y tampoco me pesa como si no quisiera que me pasara. Lo asumo y con el tiempo lo guardaré como un recuerdo bueno y necesario en una carrera como la mía.


¿Te diste pronto cuenta de la gravedad de la cornada?


Tan grave no creía que era. No sabía que había escalado tanto. Tiré hacia adelante, le di varias tandas más al toro y lo maté. Cuando llegué a la enfermería y en el hospital, me preocupé un poco. En primera instancia no sabía que iba a ser tan grave.


Cuando ocurren estas cosas siempre se abre el debate de si se debe seguir o no. Llevo viendo toros cuarenta años y este tipo de circunstancias, antes que censurar, siempre las elogio. Son un gesto de toreros.


Si tiré para adelante, es porque realmente me veía con fuerza para aguantar y matar al toro más o menos bien. Si realmente me hubiese venido abajo, no hubiese seguido. Aunque salí bastante dolorido, me quedé muy contento conmigo mismo porque son como barreras que uno va superando. A veces hace falta ir venciendo esas barreras porque mentalmente te ayudan.


Pronóstico muy grave por los grandísimos destrozos musculares y la pérdida de sangre.


Sí, al llegar a la enfermería le dije que me dolía la parte de atrás. Como estuve tanto tiempo en el pitón, el destrozo se hace más grande.


Llevas desde el día 12 en el hospital, ¿qué plazos hay?


Estaré una semana ingresado y luego el doctor Masegosa me trata en Albacete. Luego me iré guiando por las sensaciones, según me vaya encontrando una vez que sepamos que no podamos recaer. Muchas veces, por querer acelerar plazos, hemos recaído, por lo que pensaremos ir pautando los plazos.


Y que este invierno te sirva para ir disfrutando de lo ganado, en tu tierra y fuera de ella, como la gesta de Madrid. Eso hace ser optimista en la próxima temporada.


Vamos a intentar disfrutar, pero también seguir trabajando en la puesta a punto, en mejorar en mi toreo, en la apuesta personal, en prepararme como torero y en cuanto al planteamiento, vamos a echar un invierno bastante ilusionante, feliz y comprometido con la profesión.


La enhorabuena más sincera por tu temporada, que no ha sido amplia pero sí intensa.


Muchas gracias, un abrazo.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.