Pepín Liria: “Misión cumplida: creo que con orgullo y dignidad he homenajeado a Barrio y Fandiño”

Pepín Liria: “Misión cumplida: creo que con orgullo y dignidad he homenajeado a Barrio y Fandiño” 

El torero murciano explica en los micrófonos de La Divisa el final de su mini temporada de reaparición, que terminó en Abarán el pasado jueves indultando un toro de Santiago Domecq en mano a mano con El Juli 

Fue el pasado día 27 en Abarán donde vino la prórroga, el sobrero del año de la despedida de Pepín Liria, que debió ser en Murcia pero por cariño a su tierra y a su apoderado la pospuso al día 27. Estuvimos presentes en Murcia y de nuevo hablamos con Liira. Buenas noches, torero.

Buenas noches.

Por partes. Lo de Murcia realmente impresionante. Siempre te trató con un cariño tremendo, pero lo primero fue ver esa plaza rebosante de público y a cara de perro con tus compañeros en una tarde que no fue fácil, sobre todo por su segundo.

Siempre estoy en deuda con los murcianos, y aún lo estoy. Me siguen regalando cosas. Yo esperaba mucha gente y muchas cosas. Me volvió a sorprender la entrada, el cariño con el que la gente esperaba mi reaparición. Todo eso te compromete y desde el minuto 1 no me dejé ganar la pelea. Me siento orgulloso de haber sido partícipe de una tarde histórica. Creo que no me quedé atrás.

Eso fue en tu tierra de Murcia y en tu plaza. Hubo de todo en la tarde de Abarán, incluso pasaste por la enfermería con una cornada interna. Indulto que pone broche de oro y colofón a este año.

Sí, yo siempre llevaba en la cabeza, si algún día tenía la posibilidad, torear en mis 25 años de alternativa en una plaza como Abarán. Era más tranquilidad, que no menos responsabilidad. Cuando planteamos la temporada se planteó esa fecha, y Ángel Bernal ha decidido ese mano a mano con Julián para decir adiós. Resultó de una forma exitosa, muy bonito todo lo vivido y si a mí me dicen que todo esto hubiese terminado así, no me lo hubiese creído. Con el mimo con el que se han elegido los toros, ni en el mejor de los sueños pensábamos que esto podría pasar. Siempre estaré en deuda con los míos. Una vez más me demuestran lo que han sido para mí.

Al final, una cornada interna en Abarán.

Sí, el primer toro me tropieza y sentí un desgarro interior. Pero con la emoción de tirar hacia adelante, los médicos consiguieron que el dolor desapareciese por momentos con unas pastillas que me dieron y pude matar los dos toros restantes. Después se ha descubierto que tengo arrancado el tendón del recto femoral. Los dolores están siendo fuertes y el martes se decidirá cuándo se opera.

Este fue un año muy especial, 25 años de tu alternativa. Tenías en mente el homenaje a Barrio y a Fandiño, lo hiciste en Illescas, Pamplona y Murcia, además de Abarán. La deuda con los murcianos también saldada, ¿eso hace que revolotee en la cabeza alguna duda sobre retirada definitiva o qué te pasa por la cabeza en caliente?

Me pasa lo mismo que me pasó hace diez años, cuando decidí dejar de torear. Siempre dejé en la mente la idea de que si algún día Murcia me necesitaba, volvería. Yo he tenido mucha suerte, me he escapado, en Pamplona me escapé, y ellos no se libraron de la muerte. Yo tenía que demostrar a la gente que los toreros nos movemos por cosas distintas que por las orejas, por los rabos o por el dinero, que es lo que menos me importaba. Quería que la gente entendiese que los toreros no somos mejor ni peor que nadie, pero sí distintos y tenemos otra forma de vivir. Con el orgullo que a diario me va creciendo, cada día admiro más a los toreros y entiendo cada vez más la grandeza de su persona. Todo eso me deja muy tranquilo. Como la decisión estaba tomada, quiero dejar de torear. Ha sido un año tremendo en lo personal y en lo profesional, por lo que ahora necesito parar y quitarme de esto. El último día estuve con los niños de la escuela y voy a desaparecer un poco, meditaré, y cuando me necesiten mis amigos estaré a su lado en días puntuales en mi corrida, cuando me necesiten los murcianos estaré cerca de ellos… tengo claro que estuve quince años a un nivel que no era fácil, que ahora se está hoy en el sosiego de la tranquilidad y te das cuenta que lo mío fue un milagro, sobreviviendo a ese tipo de corridas y al triunfo diario. Soy la persona más dichosa y feliz de tener gente cerca. Lo de Espartaco ha sido fuera de lo normal, y si no hubiese sido por él, todo hubiese sido más complicado. Las cosas han salido como han salido y me encuentro muy feliz.