Ponce, tras la oreja del cuarto, ha señalado a los micrófonos de Toros que “había que aprovecharle esa inercia que llevaba porque le costaba mucho tirar hacia adelante. He ralentizado su embestida, era difícil de pararlo. Este toro era muy mirón, con la mano izquierda creo que lo he tragado mucho”.
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