​Escaramuzas en la cúpula

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EDITORIAL (Programa LA DIVISA del 5 de febrero de 2018)


PEDRO J. CÁCERES


Escaramuzas en la cúpula

Ya están los carteles de la primera feria del gran circuito, Fallas-Valencia, en la calle.

Más allá de los análisis puntuales sobre la calidad o calidez de la feria en la que hay una apuesta decidida por las jóvenes promesas, algunos menos jóvenes y pasados ya de prometer, destacan las ausencias de dos grandes figuras como El Juli y Diego Ventura.



Lo de Ventura no es una guerra contra Bohórquez- único hierro elegido en la Ciudad del Turia para rejones- sino una reivindicación de la que viene avisando pacientemente en aras de irse marcando retos y “el más difícil todavía” con corridas de mayor picante, quizá menos pastueñas.

Se está a la espera en cómo va a solucionar el problema Sevilla, que ha anunciado solo un festejo del arte del rejoneo y Bohórquez como ganadería para tal.

Una solución sería la inclusión de Ventura, como figura máxima, en una corrida mixta con dos figuras a pie.

Un “parche” que podía haber aplicado Fallas, máxime si es la solución en Sevilla, puesto que ambos empresarios (Simón y Ramón Valencia) anunciaron su unión hace semanas. Ahora se intuye que la alianza era un mecanismo de autodefensa ante reivindicaciones de las figuras por el poder global que acumulan en cuanto a ferias y cantidad de festejos.



La ausencia de Juli de Valencia, mientras no se demuestre lo contrario, podría residir en el “levante” que Ponce le ha hecho al madrileño con la corrida de Garcigrande, hierro de cabecera del de Velilla de San Antonio.


Parece que en Sevilla sí, Ponce y Juli van a compartir la del fallecido Domingo Hernández para solucionar el problema y, solucionada la “guerra” (entre comillas), para que Juli esté en el abono abrileño que no estaba claro. Se había enquistado por una “guerrilla” con Manzanares, si bien esta situación de lucha por el poder y hegemonía entre los dos, y anteriormente Morante, no es nueva.



Juli, que este año cumple 20 de alternativa, quiere, o al menos así lo tamiza, hacer cosas importantes en año de efemérides y por ello, parece ser, pidió matar la de Victorino…pero el Domingo de Resurrección, con lo cual desplazaba a Manzanares y por supuesto a Roca Rey de fecha tan emblemática.



La empresa Ramón Valencia y asociado (S. Casas) no aceptó el ¿reto? transmitido por Luisma Lozano y empezó a jugar sus cartas de Sevilla, Valencia, Madrid, Alicante, Nimes, Málaga etc.


La de Victorino sí, pero en pre-feria o farolillos.

Cuentan que ante el “mus visto”, Luisma corrió mano y el siguiente órdago era pedir, sin Victorino, cuatro tardes en el abono.

Al final el de las 4 tardes será Manzanares y Juli, parece ser, ha aceptado las dos tardes en abril, por supuesto matando la de Garcigrande (con Ponce) y otra.



Todo indica que problema solucionado, por ahora. Ya mismo toca Madrid y habrá que esperar que cartas juegan todos y quienes triunfan y cuales son damnificados que alguno habrá.


He titulado escaramuza en la cúpula porque en el toro, salvo contadas excepciones, nunca hay guerras, o al menos no se evidencian.


Y no es que la ropa sucia se lave en casa, no; es que en tratándose de cosas del toro “entre bueyes no hay cornadas”


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