Crónica de la 3ª de rejones

Crónica de la 3ª de rejones

A la tercera fue la vencida. Sergio Galán se proclamó triunfador del festejo tras cortar tres orejas en la corrida de esta tarde. Los rejones de muerte, que tanto han fallado esta feria, le sirvieron el triunfo en bandeja al rejoneador conquense. No le pudo acompañar en hombros Hermoso de Mendoza por su fallo con el descabello ni el confirmante Manuel Manzanares que tampoco estuvo fino en la suerte suprema.

Sergio Galán se reivindicó en la vigésimo segunda de abono tras quedarse el año pasado fuera de San Isidro dio un golpe de autoridad.

Cortó una oreja a su primero, un toro con acometividad en los primeros compases de la lidia. Destacó la reunión de las banderillas, en lo alto, tanto a lomos de Ojeda como con Trópico. Con este último ejecutó un passage bonito que gustó al público. Las cortas supusieron un repunte en la faena, llegándole mucho ante la falta de empuje del toro. No se lo puso fácil el de Fermín Bohórquez para matar, ya muy parado el toro y Galán fue habilidoso para dejar un rejón tan trasero como efectivo que provocó derrame. Primera oreja.

Salió a por todas en el quinto al que recibió en la puerta de chiqueros. El toro salió con muchos pies y recorrió el ruedo al galope con Amuleto completando el binomio. Un lapsus en la faena supuso el agarrotamiento de la pata izquierda del caballo Vidrié detectado por los animalistas que poblan los tendidos. Galán cambio maestro por maestro y repitió con Ojeda la suerte de banderillas. Lo más destacado llegó en un par a dos manos, de frente y por derecho, montando a Apolo. Administró los tiempos y los detalles destacando un meritorio piaffé en la misma cara del toro. Las cortas volvieron a poner la guinda a una faena epilogada por un gran rejón de muerte de efecto fulminante. Dos orejas entre el clamor popular.

Hermoso de Mendoza también rozó la Puerta Grande. Paseó un trofeo en el primero de su lote donde puso al público en pie con Disparate y su toreo a dos pistas alternando el costado del caballo para llevar al toro cosido. Espectacular. Disparate capitalizó la suerte de banderillas en este toro. Después, como colofón, tres cortas con Pirata dejándoselo llegar para clavar en todo lo alto. Un descabello no evitó la oreja. No uno sino varios se la quitaron en el cuarto. Un toro muy aplomado de Bohórquez contagioso para los tendidos que no terminaron de entrar en la faena de Hermoso de Mendoza. El torero estellés cumplía su tarde 2.100. Palabras mayores.

Confirmó alternativa Manuel Manzanares, placeado y con viveza en las suertes destacando de entre los confirmantes de este San Isidro. Brindó el toro a su padrino y maestro Hermoso de Mendoza. Su mayor enemigo fue el rejón de muerte. Perdió la oreja en el que abrió plaza tras dejárselo crudo al clavar solo un rejón de castigo. Sirvió esa decisión para que el toro acompañara con los caballos. El sexto fue otra historia. Manzanares puso la misma intensidad y buscó los engaños para sacar de la querencia al insípido toro de Bohórquez. Todo apuntaba a la oreja pero lo descordó.