Borja Jiménez: "Estábamos empezando a entrar, pero ahora lo hemos reafirmado para entrar en el sitio privilegiado del toreo"

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"Estábamos empezando a entrar, pero ahora lo hemos reafirmado para entrar en el sitio privilegiado del toreo"


" Conseguimos dar la vuelta y cortar otras dos orejas más en la última tarde y salir a hombros"


Entrevista por Alejandro Martín Carabias


El máximo triunfador de San Isidro de este año, como todos sabemos, ha sido Borja Jiménez. Borja Jiménez salió a hombros tras cuajar a ese extraordinario todo de la ganadería de Victoriano, de nombre Dulce. Una tarde más que se suma a la gloria del torero sevillano recordando viejos tiempos con la corrida de Victorino.


¿Había mucha responsabilidad tras las primeras tardes que no salieron las cosas?


Sí. La primera tarde ya corté una oreja y en la segunda tarde no terminaron de salir las cosas con la corrida de Victorino y conseguimos dar la vuelta y cortar otras dos orejas más en la última tarde y salir a hombros. Y yo creo que ha sido un San Isidro importante, mi primer San Isidro, además. Y poder salir con tres orejas de San Isidro, es fue muy difícil y lo hemos podido conseguir.


Le tocó un extraordinario toro, ¿ cuándo le viste?


Con el capote ya le vi la condición que tenía, la condición de calidad y el ritmo que tenía en la embestida. Y lo cuidamos mucho en el caballo, porque sabía que podía ser de un triunfo muy grande, embistió con una calidad y un ritmo tremendo. Y lo pude disfrutar, toreando muy a gusto y sentir a Madrid cómo rugía Madrid en cada muletazo… cómo se levantaba de los asientos cada vez que salía de una tanda y lo maté por arriba.


Muchas veces comparamos unas faenas con otras, cuáles han sido mejor o cuáles han sido las mejores, respecto a las de la tarde de los Victorino, yo creo que no se parecen en nada con esta, pero esta puede ser la más redonda, ¿ no?


Puede que sí, es difícil compararla porque son embestidas muy distintas. Fueron todas las faenas distintas en Otoño del año pasado, pero todas han tenido mucha emoción. Al final, eso es lo bonito del toreo: que una faena no se parezca a la otra y posiblemente esta faena haya sido incluso más rotunda todavía.


¿Cuándo se dio cuenta Borja Jiménez de que estaba muy arriba la faena?


En la primera tanda, vi cómo embestía el toro por el lado derecho y a la afición de Madrid muy metida en la faena. Sabía que, si me aguantaba un poquito el toro, aquello iba a ser grande. Al final no aguantó un poquito, sino que aguantó muchísimo.


¿Cómo gestionas esos momentos?


Bueno, hay que estar muy concentrado con ellos porque no puedes cometer ningún error y no dejarte llevar por la emoción del entusiasmo del público. Entonces, el estar en toda la faena muy concentrado, estuve pendiente solo de las embestidas que tenía el toro. Y así fue cómo lo gestioné.


¿Y al montar la espada?


Que no se iba… tenía la cabeza y el pelo lleno de sangre del morrillo, llegué hasta dar con la cara en el morrillo, sabía que me tenía que tirar muy derecho. Era un triunfo muy grande, me tenía que ir detrás de la espada y pasara lo que quisiera.


Al final, fue un final feliz, pero hubo un atraco a punta de pistola… su cara lo decía en las dos vueltas al ruedo.


Cuando hay una faena tan rotunda en Madrid, con lo difícil que es llegar a poder cuajar un toro en Madrid y matarlos arriba... Y que el público pide las dos orejas con tantísima fuerza y que solo sea una persona la que no quiera, es duro. Es duro porque son plazas muy complicadas de conseguir el triunfo y cuando lo tienes y no te quieren dar la segunda oreja, no es una situación fácil. Pero bueno, tenía que haber dado la segunda oreja directamente y la vuelta al ruedo al toro.


¿ Por qué no diste la tercera vuelta al ruedo?


Me lo pidieron, pero tampoco quería. La hubiese dado y todo el mundo agradecido, pero esa tercera de vuelta al ruedo no la di y guardé esa rabia interior para el último toro.


Luego se echó atrás el quinto, que marcó una calidad muy buena, y por tercera vez vas de rodillas a chiqueros. No se quedó nada en el tintero.


Mira, fue una pena que se echara, porque muchas veces cuando salen los toros del caballo al empujar tanto, salen y se caen por la entrega que han tenido en el caballo. Ese toro tenía una calidad tremenda, hubiese sido un grandioso toro, quizás igual o mejor que el primero. Y me cabreé bastante cuando se echó para atrás porque sabía que ese toro tenía otro gran triunfo. Pero bueno, después salió el de Torrealta, que también tuvo embestida buena y me permitió que abriera la puerta grande.


La entrega siempre es la misma en Madrid, no os dejáis nada. Pero, ¿viendo cómo estaba la situación, pensaba que, a poco que pasara, iba a cortar la oreja?


En Madrid hay que bastante para cortarle la oreja y esté el público muy caliente para que salgas a hombros. Después de lo que pasó en el primer toro, uno tiene que volver a entregarse. En Madrid no vale con un poquito y te lo regala. Yo creo que es al revés.


¿ Cómo fue la salida a hombros?


Muy bonita. Había muchísima gente joven alrededor de la vuelta al ruedo, saliendo por la puerta grande había muchísima gente. Fue distinta en cuanto a las emociones respecto a la primera. En otoño era la alegría de haber dado ese paso para poder empezar a entrar en las ferias. Y esta era una reivindicación mía, hubo bastantes críticas y algunas muy fuertes después de la corrida de Victorino. Tenía que sacar ese carácter de torero que tengo dentro y fue una puerta grande de reivindicación a mí mismo y dar otro paso más adelante. Ahora sí que todo el mundo confía en mí.


¿Qué pensó cuando le iban a sacar por la puerta de cuadrillas? Yo me quedé y dije, ¿dónde llevan al torero si está la puerta grande en el otro lado?


Había tanta gente en la puerta grande y me llevaba un amigo mío de toda la vida y con los nervios se equivocó y me llevó para otra puerta... Y después de esa manera tan bonita, graciosa, que en futuro la recordaremos y nos reiremos de lo que ha sucedido.


Esto reafirma la carrera de Borja Jiménez. Me imagino que el número de festejos será mayor, pero ahora mismo la categoría de los carteles  aumentará…



Sí, ya lo está siendo. Ha sido un principio de temporada muy fuerte: la puerta grande de Castellón, la oreja de Valencia, dos tardes en Sevilla cortando orejas en las dos tardes, en Madrid en la primera tarde cortar una oreja y en la tercera cortar dos orejas y salir a hombros… son cosas muy difíciles de conseguir. Cuando uno consigue la regularidad de cortar orejas en plazas de primera categoría, obviamente deberá tener esa recompensa de carteles. Ya estábamos empezando a entrar, pero ahora lo hemos reafirmado para que podamos de verdad entrar en el sitio privilegiado del toreo.

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