​Las Ventas necesita reformas, el cambio puede esperar

OPINIÓN / EDTORIAL 

Las Ventas necesita reformas, el cambio puede esperar

Los números estadísticos que arroja la Feria de San Isidro 2016 y que pueden consultar en nuestra web de ladivisa.es nos dan una panorámica más optimista que a sensación general que se saca de la feria concluida sin entrar en la letra pequeña.

Sin ser espectaculares en algunos capítulos como el porcentaje de entrada que es del 86% (un 1% menos que en los dos ejercicios anteriores) es un dato positivo si tenemos en cuenta dos factores: la longitud de la feria a 31 días y la inestabilidad meteorológica de los primeros 2/3 del serial que argumenta el retraimiento en muchas corridas de ese público necesario del día a día por taquilla.

Los más de 620.000 espectadores es un buen dato, lo mismo que los 8 “no hay billetes” y los otros 8 espectáculos entre el 90 y el 99%.

En el aspecto artístico el dato sí es importante, tanto en cantidad como en calidad. Se ha abierto la puerta grande en 8 ocasiones, al 50% entre matadores y rejoneadores, y en 7 de ellas ha sido merced a faenas de 2 orejas en un toro.

Fuera a parte se han cortado en total 30 orejas.

Las cifras cobran mayor importancia si tenemos en cuenta que estamos en un año en que los toros están embistiendo poquito (pasó en Valencia, Sevilla, Nimes…). Incluso en el apartado ganadero se registra una corrida completa (Victoriano del río) y un toro de vuelta al ruedo (Alcurrucén); 18 han sido ovacionados y 26 aplaudidos en el arrastre.

Es cierto que hay voces que ladran, luego se cabalga.

Pese a los datos y la gestión el que se considera aficionado “de probado prestigio” como se auto titulan suele ser espécimen de culo inquieto y sugiere cambios; incluso algunos sectores de prensa penando más en ellos y sus presuntas prebendas a conseguir más que en el futuro de la plaza que es el bastión de la tauromaquia universal. (ya ocurrió con Chopera y Los Lozano).

Más si se está en año de nuevo concurso y cuyo pliego de condiciones parece está próximo a ser conocido en detalle.

Y aquí entra la primera de las reflexiones de La Divisa (si se quiere una síntesis de la filosofía que debe inspirar el pliego):Las Ventas (Madrid) requiere de reformas profundas estructurales en dos planos (del canon y el riesgo de convertir el concurso en subasta y de las servidumbres como la Escuela taurina habrá tiempo de hablar, escribir, discutir y debatir)

El de programación, flexibilizando la gestión del empresario en función de las coyunturas puntuales de cada ejercicio, menos intervencionismo y mayor libertad.

Y el de infraestructuras que pasa por los estudios pertinentes, y acciones en su caso, para una modernización del inmueble tanto en su continente, como puede ser la cubierta, como en contenido para una mayor optimización de extraordinarios espacios ociosos que supusieran una oferta total para, independientemente de un festejo bueno , malo, o regular, el ir a la corrida se convirtiera en echar un día de toros a satisfacción plena, o, al menos media.

Resumiendo : Las Ventas necesita reformas, el cambio puede esperar. Pedro Sánchez no pero el Madrid taurino sí.