Sergio Serrano: "Madrid ha supuesto mi salvación cuando veía que el camino tenía pocas salidas"

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Sergio Serrano: "Madrid ha supuesto mi salvación cuando veía que el camino tenía pocas salidas"


"Madrid es la plaza que tiene esa sensibilidad de ver el trasfondo de los toreros y de los hombres cuando van allí a jugarse la vida"

"Ha sido quizá uno de los días más bonitos para mi en mi vida y uno de los más dolorosos"

"Cuando ocurre esa sinergia entre toro, torero y la gente, disfrutas y trasmites lo que estás haciendo"

"Lo agradezco, me hace sentir especial y me hubiera gustado redondearlo más al recibir el trofeo por haber matado a ese toro"

"Tengo fechas importantes, voy a Teruel, pero la verdad es que no tengo las fechas en la cabeza porque voy plaza a plaza, día a día, que es lo que considero que debe ser"


CECI MORERNO


LA ENTREVISTA DEE CECI MORENO


  Buenas Sergio, ante todo darte la enhorabuena por tu gran actuación en la plaza de toros de Las Ventas y preguntarte también como te encuentras tras el percance sufrido a porta gayola


Bien muy bien. La verdad que ha sido, quizá, uno de los días más bonitos para mí en mi vida y uno de los más dolorosos, no por el golpe, sino por pinchar ese toro y no claudicar esa faena con la espada. Lo otro son trámites que ocurren, por irte a porta gayola, va con la exigencia de Madrid y con la personalidad de cada uno. Afortunadamente hay que dar gracias que quedó en un susto y que no me limitó para después poder disfrutar de ese toro.


Volvías a Madrid tras tu presencia en la corrida del Domingo de Resurrección, ¿qué sensaciones tenías?


Bien, muy bonitas, porque creo que Madrid ha supuesto mi salvación cuando veía que el camino tenía pocas salidas. En 2019 con una corrida concurso gracias al toro Palmito de Saltillo cogí una bocanada de aire. Madrid ha sido la que me ha mantenido en vida hasta volver. El año pasado volví, cuando volvían los toros, con la corrida de Victorino y el toro Venenoso al que corté una oreja y creo que seguí dando motivos para ratificar la confianza que había puesto Madrid en lo que intuyó ver. Madrid es la plaza que tiene esa sensibilidad de ver el trasfondo de los toreros y de los hombres cuando van allí a jugarse la vida. El Domingo de Resurrección fue una tarde muy bonita para mí, torear en ese día tan especial. Creo que es importante también para el curriculum de cada uno el Domingo de Resurrección poder torear en Las Ventas. Como digo, fue muy bonito, pero no salieron las cosas como esperábamos, aunque seguí sumando, no di un paso atrás y esperaba con mucho ánimo el día de la corrida de la Prensa. Es una corrida que me hacía especial ilusión torear por lo que es y por lo que significa históricamente y con esa corrida de Victorinos, es verdad que no me he prodigado mucho con Victorinos, son cuatro corridas de toros las que he matado pero es un toro con el que me encuentro cómodo, a la vista está de los resultados y afortunadamente puede cuajar ese toro. Lástima de no rubricarlo con la espada.


“Garañuelo” ya era un nombre conocido para ti, cuándo conociste el nombre del primero de tu lote, ¿tuviste un buen pálpito o no le diste importancia?


No suelo ver los toros pero el día de antes ante la impaciencia y después de un San Isidro esperando en casa y ya sabiendo que se aproxima tú día y tú hora, vi los toros que iban en  una publicación y me gustó ese toro, pero no me había dado cuenta. Había dos toros que me gustaban mucho, el 10 y el 13. Vi el diez y dije, ¡qué número más bonito! Y luego vi Garañuelo y pensé que bonito. A un hermano suyo por parte de padre, Venenoso, el año de antes le corté la oreja, y por parte de madre, era hermano de Garañuelo, el toro de las 2 orejas de Albacete y la verdad que hizo honores a su nombre. Un gran toro que me permitió torearlo muy despacio y sentir Las Ventas. Cuando ocurre esa sinergia entre toro, torero y la gente, disfrutas y trasmites lo que estás haciendo.


A la salida el toro iba andando y después, no embestía en el caballo, ¿en algún momento pensaste que ibas a sacar semejante faena?


Tenía mucha fe en el toro, primero me traía muy buenas sensaciones y aunque venia andando y el toro era un poco tardo a la hora de venirse, pero si que es verdad que los engaños los tomaba muy bien. Le costó ir al caballo, pero cumplió. Cuando se fue desarrollando el toro se soltó, con la mano derecha le cogí el tiempo, la velocidad y ya más o menos lo veía, en mis adentros, sentirlo a él. Cuando cogí la izquierda estaba seguro de que exponiéndolo, esperándolo y arrastrando la muleta despacito lo iba a meter y así fue. El toro puso mucho de su parte también. Como he dicho antes, esa unión entre toro y torero que se dio y que creo que fue realmente bello, y así me lo hizo sentir Las Ventas.


Tus naturales, tu gran dominio del capote y tu buen toreo fueron reconocido con la entrega de la Oreja de Oro, ¿qué significó para ti?


Bueno, fue muy bonito el recibir la Oreja de Oro que históricamente volvía después de un tiempo en el que no se otorgaba y la verdad que el reconocimiento por parte de todo el mundo, al ser el triunfador de esa Oreja fue bonito. Realmente, me hubiera gustado palparla y que el trofeo que hubiese caído a mis manos hubiese sido si hubiera matado al toro. Me quedo con el sabor agridulce de ser el ganador de la Oreja de Oro, lo más destacado de esa corrida, pero me hubiera gustado matar el toro como realmente merecía y poder disfrutar de lo que hubiera acontecido, no sé lo que hubiese pasado, pero hubiese sido un premio muy bonito a esa faena y a la lucha hasta llegar ahí. Lo agradezco, me hace sentir especial y me hubiera gustado redondearlo más al recibir el trofeo por haber matado a ese toro.


Como dices fue una pena el fallo con los aceros, pero ahí dejaste una faena para el recuerdo, y además, a un toro que fue premiado, ¿qué sentiste cuando una plaza tan exigente te reconoce esa labor?


Es muy bonito, no se puede explicar. Sientes una energía tan fuerte ahí abajo que te impulsa hacía arriba. Me siento un privilegiado porque le debo a Madrid mucho, cuando llegué con las maletas hechas lo supo ver y supe escuchar esos olés de Madrid con el toro Palmito, después el año pasado con Venenoso y ahora con Garañuelo. Al final Te sientes que poco a poco vas dando pasos en esa plaza, que te lo van reconociendo y que vas encajando y sobre todo darle a Las Ventas la mejor versión de ti mismo. Devolver a esa confianza de Madrid el premio de que te vean en plenitud. Se siente algo maravilloso, es inexplicable, es algo que te empuja hacia arriba, que no sabes bien porque pero es una fuerza brutal lo que te devuelve esa plaza cuando ruge.


Tras tu paso por Madrid, cruzas la frontera para cerrar la feria de Pentecostés en Vic, ¿cuáles son tus próximos compromisos?


Ahora toreo en Sahagún, León, tengo fechas importantes, voy a Teruel, pero la verdad es que no tengo las fechas en la cabeza porque voy plaza a plaza, día a día, que es lo que considero que debe ser, sobre todo cuando se viene mi situación, que he toreado tan poquitos años. Pienso que la fecha importante es la siguiente y donde tengo que dar la cara. Sé que tengo más fechas, pero la siguiente es Sahagún y como digo, plaza a plaza y día a día.


Sólo me queda darte las gracias y desearte mucha suerte para lo que resta de temporada


Muchísimas gracias a vosotros por atenderme, por contarlo y por darme un huequito a que más gente me conozca que se agradece mucho. Muchas gracias. 





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