“Me emociona que los aficionados me recuerden aquella tarde porque fue un antes y un después en mi carrera, fue una consagración que puso la guinda a otras muchas cosas. Bilbao y El Cid quedaron unidos para siempre y me siento muy orgulloso de ello”.

Joaquín Moeckel. “He sido, soy y seré partidario de El Cid porque esa profundidad, esa manera de torear tan despacio y ese sentido de la lidia lo han tenido muy pocos en la historia del toreo”, aseveró Moeckel que con su verbo fluido puso en valor la esencia de la tauromaquia y sus valores.

El Cid . “Lo difícil en el toreo es cuajar muchas faenas rotundas, profundas y triunfales en plazas de prestigio y durante muchos años, eso es ser figura del toreo”, expus

Joaquín Moeckel. “Si he sido o no figura del toreo es algo que cada cual tendrá su opinión, lo único que digo siempre es que ahí esta mi carrera y todo lo que he conseguido durante tantos años, sin que nadie me regalara nunca nada y saliendo de la nada”, manifestó el torero.

El Cid “La afición me valoró siempre y reconoció mi estatus”: “No es fácil entenderse con un Victorino porque es un toro muy especial. En mi caso tuve esa facilidad, esa manera tan personal de templarlos y de saber aguantar sus intenciones. En mi opinión el valor, el temple y tener la mente despierta son las claves para cuajar un toro así”.

LA ENTREVISTA

Hablamos con El Cid sobre el homenaje que le hizo El Club Cocherito de Bilbao.

Tienen en el recuerdo los seis toros de Victorino. Pero en Bilbao ha habido tardes muy importantes.

Sí, ha habido tardes muy importantes donde se han cortado orejas. Pero fue una tarde muy especial y lo bonito es que después de 15 años se sigan haciendo homenajes y sobre todo en Bilbao que es una ciudad a la que tengo cariño, es una ciudad señorial.

¿En qué han consistido los homenajes?

Pues mira, llegamos por la tarde el viernes y fuimos al Club Cocherito por la noche, dónde teníamos el coloquio/tertulia. Fue una tarde buenísima, muy bonita. Recordamos mi carrera y sobre todo por mis temporadas en Bilbao y la tarde de los seis toros. La verdad que fue una tarde muy amena en la que moderó Iñigo Crespo que es un fenómeno también. Además, estuvimos acompañados por Moeckel porque ha sido una persona que ha vivido conmigo muchas experiencias y momentos. Además, por la mañana estuvimos en una misa del Club Cocherito recordando a todas las personas que han fallecido por el COVID. También, la salida fue bonita porque me hicieron el AURRIESQU. Para mí, es uno honor recibir ese baile tan típico. Y después, hubo un homenaje en el hotel Carlton. Fue un fin de semana muy bonito y lleno de muchos amigos

Cambiando de tema, te quedaste con las ganas de torear por culpa de la lluvia en Cali.

Pedro, te vas a la otra punta del mundo a torear un festival y empieza a llover… Y ya que estamos allí lo echamos para adelante. Y empezó a apretar la lluvia…En el tercero era imposible. El ruedo no se veía por el agua. Fue una pena. Ni Javier Conde, El Cordobés ni yo toreamos. No hay mal que por bien no venga. No sabe uno lo que podía pasar, según estaba el ruedo. Al final, decimos cortarlo. Era una lástima porque el festival tenía un ambiente muy bonito.

 Te veremos en varios festivales este año.

Algún que otro festival sí voy a torear. El año pasado toreé cuatro. Me gusta estar en contacto con la gente, ponerme delante del novillo y ver a un compañero, que hace mucho tiempo que no lo ves… Al final, haciendo lo que te gusta y lo que te llena. El caso es matar el gusanillo.

¿Reaparecerás de luces?

No está la cosa. No es broma. Ahora mismo no, no tengo pensamiento de volver. En algunos años haré alguna cosa especial, pero no va a ser temporada. Que me apetezca.

Las cosas especiales se suelen hacer, cuando se cumplen años emblemáticos de alternativa. En 2025, harás 25 de matador.

Puff… ¡Qué se yo cómo voy a estar en 2025! Vamos a seguir como vamos, que no es poco…Intentar no perder el hilo, además de entrenar y torear en el campo alguna becerrita. Intento mantenerme en forma, ya no por torear, si no por uno mismo. Por salud.