Miguel Ángel Perera, tras la lidia del quinto, señaló al micrófono de Toros que “tenía poco ímpetu. El toro era obediente y metía bien la cara, pero le faltaba ese celo para quedarse. Pero es cierto que en esta ganadería hay toros de esa condición que rompieron finalmente, pero no ha sido el caso. Estoy contento por la Puerta Grande, expuse mucho aquel día y queda en mi palmarés”.
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